MÉXICO: MI CONCLUSIÓN SOBRE LA FERIA SANMARQUEÑA

Por Pedro Julio Jiménez Villaseñor

MI RESUMEN es muy corto... y muy personal para evitar chismes y comentarios de que estamos contaminados con otros pareceres o criterios, nada de eso, soy adulto y asumo responsabilidades.

LA FERIA de San Marcos, o la de Tinguindin o la de Pendecuaro, tienden a desaparecer mientras no se profesionalice la fiesta de nueva cuenta, y los veedores encargados de reseñar las corridas a lidiar le pongan un limpia parabrisas a sus anteojos o lentes, que se quiten de cuentos y piedritas y/o rocas dentro de las basculas y embarquen lo indicado para novilladas y lo adecuado para corridas de toros. Al parecer hacen las cosas al revés y hasta me animó a decir que desconocen, ellos, sus patrones, las empresas, los toreros y los apoderados, que en México existen casi 400 ganaderías debidamente registradas en la Unión del ramo, de los creadores, y criadores, que es muy diferente, de toros de lidia, y no se saben mas caminos que los que se pueden contar con los dedos de las manos, son diez solamente. Solamente esas dehesas, creo que lo de los dedos nos queda muy claro. ¿O serán solo nueve?. Puede ser que así sea, el décimo se lo chupan y creen que nosotros también.

¿Qué las figuras maten Piedras Negras, Rancho Seco, Corlomé, El Junco, San Marcos, San Mateo, Cerro Viejo, Tenexac, El Vergel, La Playa, Golondrinas, Jorge de Haro, Manuel de Haro, Aurelio Franco, Arroyo Hondo, José Julián Llaguno, Suárez del Real, Yturbe Hermanos, El Batan, Mar de Nubes, Malpaso, El Nuevo Colmenar y varios etcéteras?.

NI PENSARLO, van a creer que ya volví a las andadas de visitar cantinas o que el sol me esta afectando, nada de eso, solo doy un apunte de las fincas que tienen algo hoy perdido en muchos lugares aparentemente similares y eso se llama... CASTA, BRAVURA, y a los toros vamos a ver dominar a un torero a una bestia y no como hoy en día que presenciamos “corridas” con toritos de carrusel.

CUANDO EL toro bravo reglamentario retorne a las plazas, ese día se acabaran los figurines y los toreros recios, solo por poner un sencillo ejemplo, echaran a andar las maquinas de las imprentas para volver a imprimir estampitas de colección, de las que se ganaban los verdaderos ídolos, los que llenaban las plazas con aficionados, no con parroquianos que hacen la ola y consumen bebidas apendejadoras por toneles... Que por cierto también dejan buenos pesos... Nos Vemos.