¿CABALISTICA QUINTA NOVILLADA?...

Por Pedro Julio Jiménez Villaseñor

NO VOY a negar que me sorprendió la excelente entrada registrada el domingo pasado en la San Marcos, el cartel con tres debutantes no decía gran cosa a la afición y sin embargo, en vista que los números no mienten, esto muestra a la empresa que la región esta metida en los toros. Positivo por donde lo veamos.

LA FORMULA para esta quinta tarde se repite, tres presentaciones y esperamos que la euforia causada por el pasado recién triunfo de “Malpaso”, atiborre los tendidos de nueva cuenta, “Arroyo Hondo”, de donde proceden los próximos a ver seis cornúpetas, es muy similar el simiente a lo de Ramiro Alatorre, viene de Zacatecas y Zacatecas fue la cuna de la ganadería mexicana, en el cartel están, el español Daniel Martín, el leones Adrián Padilla y el capitalino Rodrigo Ochoa.

TAMBIÉN EL domingo vuelve a vestirse de luces Víctor Mora, él va a Irapuato al lado de “El Zotoluco” y Rafael Ortega, toros de “Mimiahuápam”... Nos vamos a la historia.

EL ENORME puente del fin de semana volvió a darme tiempo para el enorme placer de la lectura, desveladas de las que nos podemos recuperar al levantarnos un poco más tarde que de costumbre, he aquí, integro, datos muy interesantes de “Pepe-Hillo” y el toro “Barbudo”.

SE HABÍA programado en Madrid, para el día 11 de mayo de 1801, la tercera corrida completa de 16 toros, 8 por la mañana y otros 8 por la tarde. Los diestros eran, el rondeño José Romero, José Delgado, “Pepe-Hillo”, y Antonio de los Santos. Dos de esos toros eran de la ganadería de D. José Gabriel Rodríguez Sanjuán, de Peñaranda de Bracamonte y de estirpe castellana. Uno de ellos era “Barbudo”, que fue lidiado en séptimo lugar, por la tarde. La víspera de la corrida, los toros estaban en la vaguada del Arroyo de Abroñigal,  esperando ser llevados en la madrugada siguiente a los corrales de la plaza de la Puerta de Alcalá. “Pepe-Hillo”, que siempre había desconfiado de los toros castellanos, acudió a verlos a caballo. Uno de esos toros se acercó a él y entonces, dirigiéndose al mayoral, le dijo: “Tío Castuera, ese toro para mí”. Tristemente era “Barbudo”, negro zaino, que le iba a quitar la vida, unas horas más tarde. 

SEGÚN EL testimonio del escritor Don José de la Tixera, autor del texto de la “Tauromaquia o arte de torear”, dictado por el mismo “Pepe-Hillo”, “Barbudo” sólo tomó 3 ó 4 varas huyendo, mostrando su condición de manso. Más tarde, en banderillas, Antonio de los Santos le pareó y luego aún hubo 3 pares más de los banderilleros Joaquín Díaz y Manuel Jaramillo. “Pepe-Hillo”, de azul y plata, le dio dos naturales y uno de pecho. Entró a matar, muy cerca del toril, metió media estocada muy superficial y contraria, haciendo el toro por él y le alcanzó en el muslo izquierdo, le corneó en el estómago, campaneándolo horriblemente de pitón a pitón durante varios segundos. El picador Juan López, sin caballo y solo con la vara, intentó hacerle el quite pero fue inútil. “Pepe-Hillo” murió en la enfermería 15 minutos después. José Romero mató luego al toro de 2 estocadas. “Pepe-Hillo” fue enterrado dos días después, tras una procesión popular por las calles de Madrid, en la iglesia de San Ginés, donde aún reposan sus restos. Durante mucho tiempo se guardó luto en Madrid y se suspendieron las corridas de toros. Hasta aquí la interesante copia.  

DEBO DE agradecer la confianza que me deposita seguidamente Jesús Guerrero Falcó, es él mi principal proveedor de libros ya que su segundo vicio es la lectura taurina, la primera es... no hacer nada en su desintoxicante casa de campo, por rumbos al sur del estado, y en la cual seguidamente me hace el favor de invitarme como ayudante principal a esa su bendita principal tarea... de no hacer nada... Nos Vemos.