A nuestros lectores...

Mano a Mano se ha enriquecido, hoy presentamos gustosos a nuestra nueva pluma: Pedro Julio Jiménez Villaseñor, esperamos que sea de su agrado y lo disfruten tanto como nosotros.



Un olé para todos.



Pasifae y El Zubi

sábado, 28 de mayo de 2011

MADRID: LA IZQUIERDA DE "EL CID", EL CAPOTE DE "EL FANDI" Y LA ENTREGA DE SALDIVAR, LO UNICO DESTACABLE DE LA 18ª DE SAN ISIDRO

 
Madrid 27 de Mayo. 18ª corrida de la Feria de San Isidro. Se lidiaron 4 toros de la ganadería de Las Ramblas, 2 de José Vázquez, 1 de Ortigao Costa y 1 de José Luis Iniesta. Bien presentados en general todos los toros,  pero todos faltos de fuerza, casta y movilidad. Fueron devueltos el primero (J. Vázquez), cuarto (J. Vázquez) y un sobrero de Ortigao Costa. Tarde fresca y agradable. Buena entrada. Manuel Jesús “El Cid”, de nazareno y oro, (ovación y palmas), David Fandila “El Fandi”, de negro y oro (palmas y ovación) y el mexicano Arturo Saldivar de blanco y oro (ovación con saludo desde el tercio y palmas y un aviso). Presidió el festejo don Trinidad López Pastor. La corrida duró cerca de tres horas por la devolución de tres toros, en una corrida remendada con tres ganaderías distintas. El torero mexicano Arturo Saldivar sustituyó en el cartel a Curro Díaz que aun se encuentra convaleciente de su cornada en Sevilla.

Por Rafael GONZALEZ ZUBIETA
Mala y soporífera corrida la que se lidió ayer en Las Ventas por el poco juego que brindó el ganado de las cuatro ganaderías que al final concurrieron. Mas pareció aquello una corrida concurso (ocho toros salieron por toriles) que una de un solo hierro. Del reconocimiento de la corrida de Las Ramblas (encaste Domecq) sólo quedaron cuatro toros. Hubo que añadirle dos mas de la ganadería de José Vázquez que lke tocaron en sorteo a El Cid (también Domecq), además de uno del portugués Ortigao Costa y otro de José Luis Iniesta. La estrella de la tarde sin dudad fue Florito, el mayoral de la plaza de Las Ventas que tuvo mucho trabajo y  demostró ser un fenómeno en eficacia manejando los cabestros, pero por mucha eficacia que demostrara no pudo evitar que la corrida se hiciera eterna y aburridisima (cerca de tres horas de toros malos de solemnidad), pues los cabestros y Florito hubieron de hacerse presentes en tres ocasiones, y las tres veces le tocó la china a los toros de El Cid. De tal  manera que cuando el torero se marchó al hotel no sabía ya qué ganaderías había lidiado y cuales no... qué lío. Su primer toro, de José Vázquez fue devuelto pues aunque apuntaba una gran calidad flojeaba a cada instante de los remos y andaba mas en el suelo que caminando. Corrió turno y lidió su segundo, de Vázquez, que iba a ser lidiado en cuarto lugar, de nombre Vanidoso, negro mulato de 554 kilos, que resultó ser un morlaco manso que rehuía la pelea, aunque cuando quería embestir lo hacía bien. El Cid aprovechó esas embestidas y se esforzó e hizo lo que pudo. Una buena tanda por la derecha abrochada con uno de pecho. Logró incluso estar a gusto toreándolo por la izquierda y lo hizo muy bien, pero al toro le faltaba casta y le restaba emoción a todo cuanto hacía sin llegar a los tendidos. Lo despachó de media estocada trasera y perpendicular.
Su segundo toro, de nombre Ramero II de J.L Iniesta, salió después de que le echaran dos toros para atrás por falta de fuerza. A esas alturas la corrida estaba rota y la decepción del público era mas que notable. Este toro fue muy abanto y corretón, pero tras una lidia rápida, Manuel Jesús El Cid, lo trasteó por la derecha pero por ahí se quedaba corto y después se lo pasó por la izquierda. Vio que ese pitón era el bueno, y le dio dos tandas extraordinarias de seis naturales cada una y su remate con el de pecho, bajándole la mano, con pases muy largos y templados... hasta el final de pitón a rabo, dándole al bicho su tiempo y dejándole la muleta donde le caía el brazo a la salida de cada pase. Llevó el hocico del toro cosido a los vuelos de la muleta, resultaron estas dos tandas de una belleza y emoción, que a la postre fue de lo poco bueno que se vio en toda la tarde. Dio cuatro pinchazos y estocada con la que mandó al bicho al otro mundo con mas pena que gloria. No tuvo suerte... la verdad.

Tampoco fue la tarde del granadino David Fandila “El Fandi”, a quien los espectadores del Tendido 7, siempre tan antipáticos, ácidos y tan irrespetuosos con algunos profesionales que se juegan la vida delante de un toro, le dieron la bronca continuamente. Creo que Fandila es un gran profesional, espectacular con las banderillas, el número uno sin duda, que si bien no es muy fino con la muleta si los es y mucho con el capote y con la espada. En su primer toro, huidizo, corretón y con muchas teclas que tocar y que Fandi no supo o no quiso hacerlo. Estuvo muy deslucido con las banderillas. No siempre se puede estar al cien por cien... y ayer falló en este toro y más con el tercer par al violín en el que a punto estuvo el toro de echarle mano. El torero es que no estaba a gusto con el toro por las dificultades que mostró mientras estuvo vivo y el público de Las ventas estuvo muy frío con él, y cuando un torero no se siente arropado por el público comienza a perder la seguridad en sí mismo... y eso es lo que le pasó. El bicho se quedaba cortó en la muleta, apenas tenía recorrido y además era muy mirón. El problema que tuvo El Fandi es que topó con un toro encastado y que falló también con la espada pues lo mató de una media caída y atravesada, y como los del Tendido 7 están siempre deseando inmolar a algún torero, pues la tomaron con él. En su segundo toro estuvo Fandi extraordinario con el capote, pues a parte de las verónicas con las que lo recibió en la plaza, lo llevó galleando por chicuelinas al caballo de forma primorosa. Esta vez estuvo espectacular en los tres pares de banderillas y la inmensa mayoría de la plaza se lo reconoció menos los de siempre. La gente despertó con los tres pares pues incluso levantó a todos los espectadores menos a los de 7. Se esforzó con la muleta pero un sector de la plaza no le respetó. El Fandi haciendo gala de su gran profesionalidad dio una estocada espectacular hasta la gamuza, llevándose incluso un pitonazo en la boca del estómago. Fue premiado con una fuerte ovación.

El mexicano Arturo Saldivar, que remendaba el cartel del que se cayó Curro Díaz, se mostró toda la tarde con ambición, frescura y ganas de triunfar. Hizo dos quites muy buenos a los toros de El Fandi y en su primer toro, que de salida no gustó nada al público, lo citó de rodillas en el centro del ruedo y le dio una buena tanda con ese estilo mexicano que conlleva cierto aire salvaje y que estos toreros traen de allá y tanto gusta en España. Saldivar no le volvió la cara nunca al toro y se entregó a tope dando una imagen muy buena, de torero que quiere triunfar, pero es que el toro no tenía condiciones para ello. Lo despachó de una estocada trasera y tendida. Su segundo toro se llamaba Imputado, un castaño que pesaba 606 kilos y con dos guadañas como perchas. Rompió el burladero de los matadores de un viaje certero y encima el bicho se quedó como si no hubiera hecho nada, mientras toreros y público se quedaron helados de miedo. Saldivar llevó muy bonito al toro hasta el caballo, galleando por chicuelinas. Lo puso largo en las dos varas y el público de Madrid que gusta de esta suerte se lo agradeció. El mexicano tuvo desde el principio la simpatía del público que tenía ganas de volver a verlo torear y lo hizo. Comenzó su faena con estatuarios. El toro tenía malas ideas y sabía lo que se dejaba atrás en cada pase. Se pensaba mucho cada pase, no repetía... circunstancia que le imposibilitó ligar series y poder sacar algo bueno de lo mucho que este torero lleva dentro. Demostró que es un torero muy dispuesto y con muchas ganas, pero este toro truncó cualquier esperanza de triunfo al mexicano. Dio tres pinchazos y media estocada muy baja y fea. Recibió palmas y un aviso, pues la gente estaba ya loca por salir de la plaza después de casi tres horas sentados en duro cemento de las Ventas.

viernes, 27 de mayo de 2011

CORDOBA 4ª DE ABONO: MANZANARES PUSO AL PÚBLICO DE PIE.

 
El cartel mas rematado de la feria no defraudó. Si lo hicieron los toros que estuvieron aceptablemente presentados pero flojos en general Los mejores tercero y sexto y los peores segundo y cuarto. El que acabó con el cuadro fue Manzanares. En estado de gracia puro, toreo con un temple y una sensibilidad que hacía años que no se recordaba en Los Califas un toreo tan exquisito. Al día de hoy es indiscutible su bellísimo concepto del toreo. La plaza se le rindió puesta de pie con una atronadora ovación, tras llevarse en el esportón cuatro orejas. Ponce, maestro de maestros, tuvo un lote soso y medido de fuerzas. El hombre estuvo ahí. Morante, que pechó con el peor lote, se calentó un poco en el quinto tras el triunfo incontestable de su compañero y quiso hacer de todo. por lo menos se entregó. Las cuadrillas guardaron un minuto de silencio por los ganaderos fallecidos. Casi se llena la plaza.
Por FIDEL NÚÑEZ.
Con casi lleno en los tendidos se ha lidiado el cuarto festejo de abono con toros de Juan Pedro Domecq bien presentados y de juego desigual con dos toros muy buenos como fueron el tercero y el sexto. Comenzó la corrida con un minuto de silencio tras el paseíllo por la trágica muerte del ganadero Luis Núñez y su hijo y también por Juan Pedro Domecq. El primer toro correspondió al mAestro de Chiva Enrique Ponce( grana y oro) que ante un toro noble pero de nula transmisión y raza supo sacarle alguna tanda meritoria por la derecha a base de suavidad como sólo él sabe. Tras un pinchazo hondo el toro se echó. Su labor fue premiada con una ovación desde el tercio. El toro fue pitado en el arrastre.

El segundo cornúpeta le tocó en surte al genio Morante de la Puebla(verde oliva y oro) que recibió bien a su enemigo a la verónica. Recibió poco castigo en varas, tónica habitual de la feria. No se empleó mucho en la muleta ni el toro ni el torero y lo finiquitó dos pinchazos y media. El toro también fue pitado en el arrastre.

El tercer toro de la tarde fue sin duda el mejor toro del encierro desde salida y cayó en las manos de un torero en estado de gracia como es el alicantino José María Manzanares (azul cielo y oro) que está llamado a marcar una época en el toreo.  Se desmonteró Curro Javier. Ya en la muleta volvió el ARTE CON MAYÚSCULA al albero de Los Califas. Se fue a los medios y sin probaturas empezó su faena de muleta cuajando tandas de ensueño largas, que digo largas larguísimas con la derecha y rematadas con los de pecho llevados de pitón a rabo. Y entre tanda y tanda sus tiempos al toro para que recuperará. Con el izquierdo lo mismo. No se puede tener más arte. Mató de nuevo en los medios una vez más y recibiendo y volvió a reventar al toro. No se puede matar mejor a un toro y las dos orejas fueron a parar a su esportón sin discusión. Clamorosa vuelta al ruedo al son de ese gran pasodoble como es Manolete que pone el bello de punta.

El cuarto ejemplar fue un jabonero que no permitió el lucimiento a Ponce. Toro imposible por ambos pitones y el valenciano dando la cara como siempre. Mató de pinchazo hondo y dos descabellos. Fuerte ovación como premio a su disposición.

El quinto toro fue recibido con grandes verónicas del genio sevillano y remato con una excelente media la mejor de la feria hasta el momento. Lo sorprendente llegó en la muleta cuando ante un toro que no tenía un pase se puso el traje de pelea y sacó algún muletazo de buen trazo. Muy voluntarioso y gran actitud de Morante esta vez en Córdoba. Mató de pinchazo hondo y descabello, pero ojo el descabello más artístico que nunca haya visto con la rodilla semiflexionada. Muy bueno y certero. El público lo premió con una merecida fuerte ovación. Que pena no haberlo visto con un buen toro a este torero.

El sexto toro fue otro gran ejemplar que ya de salida hizo cosas muy buenas. Lo recibió con buenas verónicas y una revolera. A destacar aquí esa gran cuadrilla la mejor del momento. Tanto el picador Barroso que lo dosificó mucho en varas y llegaron las banderillas donde sentí una emoción impresionante. Cumbre esos tres hombres de plata Curro Javier, Bláquez y Juan José Trujillo. Soberbio... me puse en pie. No se puede ejecutar mejor este tercio de banderillas y de lidia perfecta con sólo dos capotazos. Y a partir de ahí volvió a surgir el toreo profundo y estético metiendo la cintura como nadie y con mucha armonía y temple por la derecha y llegó un cambio de manos espectacular. Por la izquierda el toro no iba. Volvió a matar en los medios. Dos orejas fueron a parar a sus manos quizás con una hubiera sido suficiente pero no importa porque la obra ahí quedó.

jueves, 26 de mayo de 2011

MADRID, CORRIDA DE LA PRENSA: EL MEXICANO JOSELITO ADAME ROMPIO EL HIELO DE LAS VENTAS


Madrid. Miércoles 25 de mayo. Corrida de la Prensa. Plaza de las Ventas: Lleno de no hay billetes. Tarde soleada y calurosa (32 grados). Se lidiaron 6 toros de la ganadería de Alcurrucén (encaste Núñez). Corrida bien presentada, de desigual juego, algo mansa a excepción de primero y segundo que fueron bravos. Abrieron plaza: el francés Sebastián Castella (una oreja, y  palmas y un aviso). Miguel Ángel Perera (pitos y pitos) y el mexicano Joselito Adame que confirmaba su alternativa, (ovación y ovación con petición minoritaria de oreja).Volvió el rey don Juan Carlos a la barrera de las Ventas, acompañado del presidente de la Asociación de la Prensa. Mucho público mexicano en los tendidos.
Por Rafael GONZALEZ ZUBIETA
La Plaza de las Ventas dormitaba ayer embadurnada por su habitual gélida frialdad, cuando en el sexto de la tarde el mexicano Joselito Adame despertó al respetable jugándose la vida. Volvía de torear su primer toro con el que Castella le acababa de confirmar su maestría. El toro de la confirmación se llamaba Escribano, un negro chorreao de 529 kilos, bravo y encastado con el que el mexicano estuvo atropellado y en el que dejó ver sus nervios, naturales en un escenario en el que el pánico escénico se apodera de los actores principales y es mayor que el que se genera en el Bernabéu.  Era un toro serio de verdad, bajo y muy astifino, que humillaba en el capote y que sin embargo apenas se empleó en el caballo. Adame le hizo un quite con tres chicuelinas ajustadísimas de infarto. Tras la ceremonia de confirmación en la que Castella le cedió los trastos al mexicano, Adame tuvo el bonito gesto de brindarle el toro al rey de España, un brindis emotivo en el que se dejó ver los lazos de cariño entre los dos países hispánicos. Se fue al centro del ruedo y citó al toro con estatuarios. Escribano le puso la zancadilla al torero mexicano que cayó de bruces en su misma cara y allí mismo se levantó enrabietado y le dio una tanda con la derecha con muletazos extraordinarios, que despabilaron a unos tendidos que llevan días mas que fríos con los toreros…. congelados, y nadie sabe por qué. Probó al toro con la izquierda pasándose la muleta a la derecha y despatarrándose para darle otra tanda honda y sentida aunque algo atropellada.  Los nervios le hicieron mella al mexicano que no acabó de templar esa muleta ni de templar la brava embestida del toro. Lo despachó con una estocada cruzada que le salió por el costado izquierdo al bicho que le hizo caer fulminado. El público le ovacionó.
Fue en su segundo toro donde Adame mostró ese instinto salvaje de los toreros aztecas. Un toro de nombre Guitarra huidizo y manso que se hizo difícil de lidiar. Al torero mexicano le daba igual ya si el toro iba a ir o no. Dio casi la vuelta al ruedo buscando a sus padres que estaban en un tendido próximo a barrera y dirigiéndose a su madre le dijo lo que iba a hacer: “mami… me voy a jugarla vida. Va por ustedes”… y bien que lo hizo,  pues despertó los gélidos bostezos del personal que ayer abarrotaba los tendidos de las Ventas. Trasteó al toro muy bien en el tercio… con mucha quietud, después lo citó de lejos y le dio una buena tanda jugándose la vida, pues el toro es que se paraba a cada instante y no tenía una embestida firme. Adame le aguantó el tipo y le tragó lo indecible. El público no despabilaba y seguía frio con el mexicano. Lo citó con la derecha y tras dos muletazos despatarrado se lo pasó por detrás de manera escalofriante e inesperada, un gesto torero que hizo despertar los tendidos e hizo que el hielo de toda una tarde se derritiera. Entonces comenzaron a prestarle atención al valor del torero mexicano, que demostró ser un torero de los grandes con un valor y una hondura que ya quisieran muchos coletudos españoles de pacotilla tener. De nuevo Adame metió al bicho en su muleta y con un pase de valor y mucha convicción de lo pasó otra vez de forma inesperada por detrás. Probó  la izquierda con dos naturales y uno de pecho, para volver de nuevo al pitón derecho. Joselito Adame estuvo muy firme y con mucha convicción. Estuvo habilidoso y logró meterse al público en el bolsillo de su diminuto traje de luces. Con un toreo lleno de quietud y de verdad. Ya hecha la faena se fue por la espada y le dio algo mas de media estocada en buen sitió que dejó al toro para el arrastre. Hubo una tímida petición de oreja y una fuerte ovación que le reconoció la labor de este pequeño gigante del toreo azteca que es Joselito Adame.
Quien no estuvo a nivel fue Sebastián Castella en su primer toro, segundo en la lidia. De nombre Arrestado, seguramente el mejor de la corrida por bravo y encastado. Logró darle hasta sesenta y dos muletazos. Lo toreo a la verónica, fue dos veces al caballo de lejos y achuchó en los petos como un tren. Un toro de los de indulto… vamos. Embistió en la muleta galopando y con alegría, humillando y bajando la cara hasta hacer un surco en la arena con el morro. Fue un grandísimo toro, ideal para hacer el toreo bueno, el toreo soñado si enfrente hubiera tenido un muletero de la vieja escuela. Pero delante tuvo a  Castella, que se pasó de tiempo (un aviso le dieron) en una faena limpia, aseadita y ligada, pero a la que la faltó hondura, grandeza y empaque, a tono con el largo recorrido y embestida del excepcional toro, un Núñez clásico.  Se ganó una oreja y encima no se explicaba como no le dieron las dos. El público de Madrid es acido, frío, desagradable y a veces hasta cabrón… pero entiende de toros y cuando hay algo bueno fuera de lo normal… lo aprecia. En el cuarto, un manso que embestía a oleadas, tenía que haber aprovechado esas arrancadas porque metía la cara con codicia y transmitiendo emoción. Castella no supo o no pudo entenderlo… pues con tres tandas vibrantes y profundas podía haber montado un escándalo y sin embargo no las dio… y eso que perdió el francés.
Miguel Ángel Perera tuvo un lote manso pero toreable. A poco que se hubiera decidido a colocarse en ese terreno donde se cuajan los toros a los que se debe vencer con cojones, hubiera logrado meterlos en la muleta. Miguel Ángel Perera estuvo espeso y torpe, cerrando de mala manera su actuación en esta feria, con un pobre balance. Bien es verdad que en sus tres comparecencias tuvo siempre mala suerte con los lotes que le correspondieron. También es verdad que bien podría haber terminado en hule unas cuantas de veces… y sin embargo en ese aspecto le acompañó siempre la suerte.
  


miércoles, 25 de mayo de 2011

FERIA DE CÓRDOBA 2ª DE ABONO: JUAN ORTEGA CORTA UNA OREJA EN LA NOVILLADA DE FUENTE YMBRO


El ganadero Ricardo Gallardo ( Fuente Ymbro) envió un encierro bien presentado destacando primero y sexto, sin olvidar la nobleza del tercero. Los tres espadas se presentaban en nuestra plaza.  Ortega, además, con picadores. Juan del Álamo muy animoso prolongó en demasía la faena a su primero resultando insulsa. En su segundo sacó a relucir la casta y conectó mejor con el público. Víctor Barrios, precedido de una aureola conquistada en Madrid, pechó con el peor lote y eso unido a su frialdad, sus faenas no levantaron vuelo. Juan Ortega en una tarde muy comprometida sacó nota alta en su debut con plazas montadas. Un poco a la deriva en su primero, en el sexto cuajó una actuación muy digna y elegante con destellos de buen toreo. Cortó la única oreja de la tarde. Una vez más el público volvio la espalda a Los califas, registrándose una pobre entrada.

Por Fidel Núñez
Ante un cuarto de plaza, se ha lidiado hoy una novillada de Fuente Ymbro propiedad del ganadero cordobés Ricardo Gallardo muy bien presentada pero de juego muy desigual dada su escasa fuerza aunque con nobleza. A destacar el primer novillo un ejemplar con mucha nobleza y que el novillero salamantino Juan del Álamo (grana y oro) recibió con una larga cambiada de rodillas y una serie de verónicas para rematarlo con una media verónica en los medios. Estuvo voluntarioso con el capote aunque el trasteo tuvo poca limpieza. Tras brindar al público su faena , enseguida se acopló a la embestida de su oponente con algunas tandas buenas  con la mano diestra. También probó al novillo por la zurda y el astado respondió bien.  Finalizó su faena con unas ajustadas bernardinas.
Remató su faena con una estocada desprendida y su labor fue ovacionada desde el tercio tras leve petición
El segundo novillo fue recibido por Víctor Barrio (verde botella y oro) en los medios por chicuelinas pero no tuvo mucho contenido este intento.  Recibió una lidia muy defectuosa. Entró al quite Juan Ortega sin mucha fortuna. Ya en la muleta el novillo fue muy complicado ya que se quedaba muy corto tanto por el derecho como por el izquierdo. Le dio muerte de una estocada y obtuvo palmas que recogió desde el callejón.

El tercer actuante en el cartel era el sevillano Juan Ortega(grana y oro) del Círculo Taurino de Córdoba  que no logró acoplarse por ningún pitón incluso llegándolo a desarmar en una ocasión. Este astado tenía mucha nobleza y pedía llevarlo largo. Mató de media tendida y su labor fue premiada con una ovación desde el tercio.
El cuarto cornúpeta tuvo sus complicaciones aunque tampoco se vio al Juan del Álamo visto en el primero. Estuvo muy acelerado. Mató al novillo de  estocada tendida y recogió una ovación con saludos, aunque hizo el intento de dar la vuelta al ruedo pero ante la aparición de algunos pitos frenó rápidamente ya que hubiera sido excesivo tal reconocimiento.

El quito astado fue recibido por Barrio con dos largas cambiadas de rodillas. En la muleta el chaval tuvo mucha disposición ante un novillo sin transmisión. Despachó a su enemigo de pinchazo y media estocada perpendicular.

En sexto lugar salió el mejor ejemplar de la tarde junto al primero y el tercero. Ante este morlaco se vio otro Juan Ortega al que recibió bien con el capote y que posteriormente llevó muy bien al capote con chicuelinas al paso. Hizo otro quite de delantares de bella factura. A destacar también los pares de banderillas de José Muñoz y Paco Algaba. El chaval brindó al público y realizó una faena con pasajes artísticos y de muy buena factura. Acabó con la vida de su oponente de una estocada de efecto fulminante lo que le sirvió para cortar el único trofeo de la tarde.


martes, 24 de mayo de 2011

MADRID 14ª DE FERIA: EL MEXICANO SERGIO FLORES DEMOSTRO EN LAS VENTAS QUE QUIERE SER TORERO


Madrid. Lunes 23 de mayo. 14ª de la Feria de San Isidro. Plaza de las Ventas: algo masi tres cuartos de entrada. Tarde nublada y calurosa. Se lidiaron 6 novillos de la ganadería de Montealto (Algarra con el Ventorrillo). Novillada bien presentada, pero mansa y sin casta. Abrieron plaza: el francés Thomas Dufau (palmas y un aviso, y  ovación). El mexicano Sergio Flores (petición de oreja y se negó a dar la vuelta al ruedo y fuerte ovación) y el madrileño López Simón, (ovación y saludo desde el tercio, y palmas). Presidió el festejo don Trinidad López Pastor. Mucho público mexicano en los tendidos.
Por Rafael GONZALEZ ZUBIETA
La feria de este año es la feria de los mexicanos, pues hasta ahora las comparecencias habidas de los tres toreros aztecas han dejado un nivel muy alto sin que aun hayan llegado a triunfar de una manera rotunda ninguno de ellos. No obstante, lo que ayer dejó ver el mexicano Sergio Flores fue algo que agradó muchísimo a los aficionados de Madrid, pues vieron a un chiquillo que quiere ser torero y que es capaz de ponerse el mundo por montera. Un muchacho con cara de tigre, que llegó a Madrid arreando nada mas pisar la arena de las Ventas.  Su primer toro, un castaño de nombre Farolero y 487 kilos de peso, salió con fuerza pero fue de más a menos como casi todos sus hermanos de camada. Todos acusaron falta de casta y mansedumbre a espuertas y con toretes como los de ayer es muy difícil hacer carrera. Sergio Flores lo intento y consiguió hacerse notar en España. Recibió a su novillo con una buenísima tanda de verónicas muy lentas y bajándole las manos, rematadas  con una media y un farol que fascinaron al público. El mexicano colocó al torete muy bien en el caballo que entró muy bien por bajo romaneando hasta que desmontó la cabalgadura, y picador y caballo mordieron la arena. Recibió dos buenos puyazos que fueron muy aplaudidos por el respetable. Todo hacia presagiar que iba a haber faena. El madrileño López Simón le hizo un quite por chicuelinas y una larga muy templada que fue muy aplaudida. Sergio Flores se dirigió con su capote a los medios y citó a su toro para darle su réplica, pues él vino a Madrid para decir que quería ser torero y no un convidado de piedra. Le hizo un quite preciso por verónicas abrochadas con una media de estampa. La tarde comenzaba a ambientarse. Pero el toro en vez de venirse arriba en banderillas, cantó la gallina y comenzó a mansear sin ningún pudor sacando genio en vez de bravura. Lo citó de lejos el mexicano y le dio tres pases cambiados de escalofrío, demostrando que estaba dispuesto a meterle miedo al propio miedo. Un torero valiente de verdad. Con la derecha le dio varias muy buenas tandas enganchando al toro adelante y llevándolo muy largo hasta sacarlo lejos. Un toreo de mucho regusto… de meter mucho los riñones bajándole el trapo al bicho y llevándolo abrochadito a la muleta. Una tauromaquia honda y pura la del mexicano que llegó a los tendidos. Citó luego al torete en los medios con la izquierda y le dio cuatro naturales de cartel, pero por el pitón izquierdo el toro se acostaba un poco y se quedaba corto. El mexicano se colocaba muy bien para ligar pases pero el toro ya no se dejaba y eso que Sergio Flores le dejaba la muleta puestecita en la cara pero el bicho había echado la persiana. Remató su faena con unas arriesgadísimas bernardinas. Demostró que quiere ser torero y que lo será, pues con esas hechuras, esa tauromaquia y esa actitud pronto le llegaran los triunfos a espuertas. Dio una estocada de las de cañonazo y el toro cayó rodando por la arena. La gente le pidió la oreja pero el presidente Don Trinidad se la negó injustamente. El público se enfadó y el torero también, pues el respetable le pidió con aplausos que diera la vuelta al ruedo y el chaval no quiso darla porque pensó que era poco para lo que había hecho. El público abucheó al presidente mientras arrastraban al toro al desolladero. En todo caso, demostró tener papeletas más que de sobra para ser un buen torero, pues estuvo toda la tarde en novillero de los de antes. De los que se la juegan a cada instante con la ambición.
Lo demostró en su segundo toro. Un novillo serio alto, que como sus hermanos de camada salió muy suelto de toriles  y fue muy difícil de lidiar. El mexicano supo esperarlo y logró llevarlo al caballo de donde el bicho salió escupido como los demonios cuando probó el pincho después de dar una arreón de manso en el peto. El mexicano brindó su segundo novillo a la esposa de su apoderado en España, Antonio Pedrosa, que estaba en los tendidos, de quien dijo que lo había cuidado como a un hijo. Sergio Flores no dudo y se fue a por el manso y le dio cuatro muletazos muy templados abrochados con el de pecho que yo creo que el toro ni se enteró. Luego le dio una segunda tanda muy dispuesto, con su mirada de tigre fiero, de querer con ambición ser buen torero. Con la izquierda lo probó y logró que el torete se tragara una tanda, pero no iba bien. Se echó la muleta de nuevo a la derecha y le dio una buena tanda con un bello cambio de mano rematando con la izquierda. Lo probó otra vez con la izquierda pero era como chocar contra un muro a pesar del hambre y la ambición que este chico atesora para triunfar. Dio un pinchazo y una estocada hasta la gamuza que levantó al público de sus asientos. Fue premiado con una fuerte ovación y reconocimiento. La sensación que este muchacho mexicano ha dejado en Madrid es muchas ganas en muchos aficionados de volver a verlo torear. Con eso esta todo dicho.
Otra suerte tuvo el francés Thomas Dufau, que le tocó un manso huidizo muy difícil de lidiar y de torear pues no quería pelea. El mexicano Sergio Flores incluso quiso hacerle el quite que le correspondía, pero el toro es que no quería nada con nadie y corría por la plaza como alma que se la lleva el diablo y tuvo que desistir. El francés comenzó con dos milagrosos pases cambiados por detrás y una tanda con la derecha pero la embestida del novillo era sosa y sin transmisión. Thomas Dufau estuvo muy despierto, voluntarioso y muy dispuesto toda la tarde, pero es que el bicho que le tocó en suerte era un auténtico muermo. Un toro sin casta ni raza ninguna. Incluso remató su insulsa faena con una tanda de manoletinas. Viendo que aquello era imposible se fue por la espada  y de un pinchazo y una estocada hasta la bola, murió el bicho en el mismo instante que le daban un aviso al torero. Su segundo novillo otro manso de libro, aunque achuchó bien en el caballo, pero su embestida en el capote no era nada clara. Comenzó su faena cuando el aburrimiento y el tedio en los tendidos  eran escandalosos. Lo intentó por ambos pitones pero no había manera. El público despertó cuando el toro piso la zapatilla al torero lográndolo empalar. Le dio una voltereta sin consecuencias. Dio una estocada cañonazo y recibió una ovación con saludo desde el tercio.
Peor suerte aun tuvo el madrileño López Simón con su lote, pues a pesar de la belleza del primero que lidió, un jabonero de 522 kilos que parecía más toro que novillo, poco más dio de sí el bicho. Un toro noblón y manso, un novillo regordío  que se dormía en la muleta, falto de emoción y de empuje, que no conectaba para nada con el público. Lo despachó de un pinchazo y una buena estocada. Ovación y saludo desde el tercio en reconocimiento al esfuerzo y a la disposición. Su segundo, era un novillo negro con aspecto de toro, muy bien armado por delante, que salió muy suelto de toriles como los demás. Le hizo una faena parecida a la del primero, comenzando de rodillas en el centro del ruedo y dándole una tanda de al menos diez muletazos y uno de pecho de rodillas todo, que fue muy aplaudida. Por la izquierda la embestida del toro era muy descompuesta. Por la derecha iba mejor pero el toro no tenía nada dentro y a esa alturas de espectáculo el público estaba harto y deseando de marcharse a casa. López Simón se fue a por la espada y lo mando al vivir el sueño eterno de un pinchazo y una buena estocada. Una novillada para olvidar por mansa y descastada, a excepción del buen toreo del mexicano Sergio Flores, que dejo en Madrid una carta de presentación que pocos aficionados olvidarán.







lunes, 23 de mayo de 2011

EL MEXICANO IGNACIO GARIBAY SUFRIO UNA CORNADA EN EL MUSLO DERECHO EN SU REAPARICIÓN EN LAS VENTAS

 
Madrid. Domingo 22 de mayo. 13ª de la Feria de San Isidro. Plaza de las Ventas: Lleno. Tarde agradable y nublada. Se lidiaron 5 toros de la ganadería del Partido de Resines (antigua Pablo Romero), 1 de Nazario Ibañez y 1 de los Chospes, por devolución del segundo toro por falta de fuerza. Corrida bien presentada pero falta de casta y de fuerza. Abrieron plaza el mexicano Ignacio Garibay que reaparecía en Madrid después de nueve años (silencio y fuerte ovación y cornada en el muslo derecho). Serafín Marín (petición de oreja y vuelta al ruedo y silencio y un aviso) y Sergio Aguilar(palmas y palmas). Presidió el festejo Julio Martínez Moreno. Muchísimo publico mexicano en los tendidos, en un día en que en España se celebraban elecciones municipales y autonómicas.
Por Rafael GONZALEZ ZUBIETA
El torero mexicano Ignacio Garibay resulto ayer herido grave en el muslo derecho con una cornada muy fea, cuando muleteaba al cuarto toro, segundo de su lote, de nombre Morito, de 672 kilos, un cárdeno oscuro veleto muy guapo, mas grande que un trolebús, pero que no valía ni para tirar de las carretas en la Romería del Rocío. En el capote el toro salía suelto y con la cara arriba sin humillar. Era muy corretón y abanto pues mostró su mansedumbre barbeando las tablas de la barrera por toda la plaza. Vamos... un manso “pregonao” que no quería ni ver al caballo. Tuvo una lidia desordenada y descompuesta mas por la mansedumbre del elefante que por la eficacia de los toreros que hicieron bien su trabajo. Ignacio Garibay se dobló con el toro al inicio de la faena y, como era manso, lo sacó a los medios. Allí le atacó con oficio y valentía, pero el bicho embestía sin celo y con la cara arriba. A la salida de un pase de pecho el buey logró empitonar al torero por la parte exterior del muslo derecho infiriéndole una cornada que a la postre fue grave. El mexicano voló por los aires y recibió después en el suelo una enorme paliza, pues el bicho era manso pero con muy mala leche. Ignacio Garibay intentaba quitarse a la fiera de encima y en ese tira y afloja, el toro le dio en la boca un golpe con la pala del pitón que le tiró al suelo varios dientes. Ignacio Garibay arriesgó mas de la cuenta y el toro es que no valía la pena. Con la cornada en el muslo, sangre en la boca y sin inmutarse el torero mexicano hizo un acopio de valor inmenso y se fue por la espada. Con media estocada y cinco descabellos lo despacho al otro mundo, y él se fue como los toreros machos andando por su pié a la enfermería como si tal cosa... donde fue intervenido de urgencia.
Con su primero estuvo muy bien. Fue un toro que tenía un pelaje armiñado espectacular. Lo recibió con el capote aunque era muy abanto y tuvo un comportamiento de manso en el caballo. Lo toreó con quietud, sacándolo del tercio a los medios. El toro tenía sin embargo bondad y humillaba. Le dio una primera tanda con la derecha muy buena, aunque mejor fue la segunda por la ligazón... tanto que la plaza “crujió bonito” como dicen los mexicanos. Le dio el paso de las flores y le ligó otra serie rematando con un cambio de mano cuya emoción llegó de inmediato a los tendidos. La embestida del toro se fue viniendo abajo y era ya mas corta. Con la izquierda dio varias tandas pero sin ligar los muletazos ya que el bicho estaba echando la persiana. Esta circunstancia enfrió al público. Remató con otra serie con la derecha pero sin ligar. Dio un pinchazo sin soltar, estocada caída y descabello
Decepción con la corrida de los Pablo Romero, que ya no es ni sombre de lo que fue. Toros mansos como bueyes con una buena presentación pero nada más. Corrida con relleno de otras ganaderías, sin casta ni fuerza... un desastre mayúsculo. Una lástima, ya que los tendidos estaban muy poblados de banderas mexicanas y de mexicanos ilustres: compañeros de los medios de comunicación y gente del toro de México. Estaba Eloy Cavazos, el Zotoluco, acompañados de Cesar rincón y Sebastián Palomo Linares. Una tarde que parecía iba a ser una fiesta mexicana y que se torno dolorosa por la cogida de Garibay y muy aburrida y tediosa por el comportamiento de los toros que resultaron mansos, sin casta y sin fuerza. Mal comportamiento de los aficionados de Madrid al aplaudir al segundo toro de Garibay cuando apareció por chiqueros. Lo aplaudieron por su espectacular aspecto. Grande como un elefante con 672 kilos pero luego los aplausos se tornaron en pitos pues era un manso pregonao... y ahora ¿qué pasa?... Dónde se han ido los aplausos de salida?... y es que este público de Madrid peca de enterado, de ácido y mal educado... y de saber de toros mas que nadie, y en esto del toro no se puede decir nada hasta que el toro no salga del caballo. Aplicar eso de “caballo grande ande o no ande” no vale en la Fiesta... porque los toros no deben ser caballos, aunque este que salió ayer por toriles era en realidad un elefante que se había escapado del zoo. Pero los madrileños quieren mucho toro... cuanto mas pese mejor toro ya que eso es un grave y craso error... pues que les manden los bueyes que ahora tirarán de las carretas de la Romería del Rocío y que los torren ellos si pueden.
Su hubiese que hablar del triunfador de la tarde sin duda ese fue el catalán Serafín Marin a quién en su primero, el público le pidió con timidez la oreja y se vio forzado a dar la vuelta al ruedo en recompensa a su valiente labor y a su esfuerzo pues estuvo siempre por encima del toro. Lo recibió muy bien con el capote con cuatro verónicas y una media extraordinarias. Sergio Aguilar hizo un quite por tafalleras muy ajustado lleno de emoción. Serafín Marín se llevo el toro a los medios lo citó de lejos y el bicho que parecía iba a ir bien, fue a su encuentro galopando. Le dio una tanda con la derecha muy templadita y buena. De nuevo lo citó de lejos y dos tandas más. Por la izquierda el toro se quedaba ya corto y algo descompuesto pero se tragó una tanda aunque el público estaba muy frío con el torero y no entraba en la faena. Al toro le costaba un mundo llegar al final de los pases. Acabó su labor con unas manoletinas muy ajustadas. Dio una estocada espectacular quedando prendido el torero del pitón derecho por el pecho. Ahí despertaron los tendidos y se dieron cuenta del esfuerzo del torero. Fueron unos segundos espeluznantes que presagiaban lo peor, ya que el torero catalán no lograba bajarse de los cuernos del bicho y una cornada en esa zona es mortal de necesidad. Todo quedó finalmente en un mal golpe, el torero dolorido, la camisa hecha unos zorros y el toro cayendo muerto en la arena a los pocos segundos. Hubo una tímida petición de oreja y dio la vuelta al ruedo. El segundo toro de Serafín no daba mas que cabezazos y tenía muy mala leche. El catalán se dobló con él con valentía arriesgando, pero donde no hay es imposible sacar nada. El toro se llamaba Joyero, pero no era una joya precisamente... ni siquiera bisutería, sino quincalla de la barata y mala. Murió de dos pinchazos, media estocada, tres descabellos y un aviso, premiando el frío público de Madrid al torero catalán con un sonoro silencio.
A Sergio Aguilar le tocó el peor lote. Anduvo decidido toda la tarde y lo intentó de veras... pero sus dos toros es que no tenían un pase. Este torero es un torero al que no le acompaña la suerte. Tiene un concepto muy puro y clásico del toreo, pero no pudo mostrarlo. Recibió sólo palmas en sus dos toros.
Parte médico de la cogida de Ignacio Garibay:
“Durante la lidia del 4º toro ha ingresado en la enfermería el matador de toros mexicano Ignacio Garibay con: herida por asta de toro con orificio de entrada en tercio medio cara externa de muslo derecho con una trayectoria hacia adentro y arriba de 25 cms que produce destrozos en los músculos tensor de la fascia lata, vasto externo y recto anterior, con orificio de salida en tercio superior cara anterior. Pronostico grave que le impide continuar la lidia. Intervenido en la Enfermería de la Plaza y se traslada a la clínica La Fraternidad.
 Fdo: Dr. García Padros. “

domingo, 15 de mayo de 2011

MADRID 6ª DE FERIA: EL MEXICANO ARTURO SALDIVAR DEJO UN BUEN SABOR DE BOCA EN LAS VENTAS EN LA CONFIRMACIÓN DE SU ALTERNATIVA


Madrid. Domingo 15 de mayo. 6ª de la Feria de San Isidro. Plaza de las Ventas: Lleno hasta la bandera. Tarde agradable con algo de viento. Se lidiaron 6 toros de la ganadería de Núñez del Cuvillo (Corrida mal presentada, muy desigual, con mansedumbre, falta de casta y fuerza). Abrieron plaza: José Antonio Morante de la Puebla (silencio y silencio con un aviso). Alejandro Talavante (silencio con un  aviso y silencio) y el mexicano Arturo Saldivar que confirmaba su alternativa (ovación, leve petición de oreja y saludo desde el tercio, y fuerte ovación). Presidió el festejo Trinidad López Pastor. Se conmemoraba el día del Patrón de Madrid, San Isidro.
Por Rafael GONZALEZ ZUBIETA
Decepción monumental ayer en Las Ventas por la corrida de Núñez del Cuvillo, que resultó un auténtico fiasco y desengaño para los aficionados que ayer acudieron a Las Ventas con el rebufo de triunfo que este hierro traía de la Feria de Sevilla, donde le fue incluso indultado el toro Arrojado lidiado por José María Manzanares. Lo que ayer se vio en Madrid fue un espejismo de lo que nos tiene acostumbrados esta ganadería. Seis toros mal presentados, feos y muy desiguales de aspecto que adolecieron de fuerza y de casta, pues apenas ninguno de ellos fue hacia adelante, a excepción del primero lidiado por el mexicano Arturo Saldivar, aunque fue un toro manso encastado, que desde que salió apretaba para adentro y salía muy suelto tanto de los engaños como del caballo. En todo caso, toda la corrida tuvo un lamentable tinte de mansedumbre. Arturo Saldivar dejo una muy buena tarjeta de presentación en Madrid, demostró que es un valiente, que tiene ganas y que tira adelante con seguridad y firmeza, pues estuvo por encima de sus dos toros.
Con el primero estuvo muy dispuesto desde el primer momento, pues aunque el toro no era precisamente para triunfo,  él le puso lo que este no tenía. El toro se llamaba Aguador, un colorado chorreado de 534 kilos, que era manso pero encastado, apretaba para los adentros, no se entregó en el caballo y se dolió mucho en banderillas. Morante de la Puebla confirmó la alternativa a Arturo Saldivar cediéndole los trastos. Brindó el toro al empresario mexicano Saddi Valleres. Comenzó la faena con una tanda de muletazos de rodillas en el centro del ruedo, llenos de emoción y ganas, que levantaron los aplausos del público de Madrid. Dio una primera tanda con la derecha muy buena con un concepto del toreo clásico,  bueno y de verdad, bajándole la mano al toro y llevándolo metido en la muleta. Demostró que posee un inmenso valor pues se pasaba al toro muy cerquita del cuerpo… tanto que llenó los tendidos  de exclamaciones por el miedo que estaba haciendo pasar al respetable. El toro tenía poca fuerza, pues con la izquierda ya empezaba a acusar el cansancio, no obstante el torero mexicano logró darle unas muy buenas tandas por ese lado, muy seguro de sí mismo y con las ideas muy claras, pero al bicho le faltaba clase. Le dio dos tandas mas por la derecha, con la muleta arrastrándola por la arena, pero el toro tenía ya una embestida muy descompuesta. Remató la faena con unas manoletinas muy ajustadas, quedándose muy quieto  y jugándose la vida. Estaba claro que Saldivar vino ayer a Madrid a decirnos a todos que él era torero y que era de México, y se puso el mundo por montera. Tumbó al toro de una estocada casi entera, que le valió una fuerte ovación, leve petición de oreja y saludo desde el tercio.
A su segundo toro lo recibió con el capote a pies juntos pasándoselo muy cerquita. Cuando sacó al toro del caballo le hizo un quite por chicuelinas muy ajustado que sembraron los tendidos de escalofríos, y es que Asturiano, que así se llamaba el toro, mostraba su mansedumbre tirando para los adentros a la querencia de las tablas. Comenzó su faena en el centro del ruedo citando al toro con el cartucho de “pescao”. El toro vino al galope de lejos y le dio tres pases cambiados muy ajustados y espectaculares, que pusieron de nuevo al público de pié, pues vieron como este hombre tenía un valor descomunal a prueba de bombas. Le dio cuatro tandas de naturales con la izquierdas a cada cual mejor, con las que consiguió quitarle al público el enorme enfado que tenía con los toros de Núñez del Cuvillo. Acabó su faena con dos tandas con la derecha que el toro se tragó a duras penas. Muletazos muy ajustados, arriesgando lo indecible, pues Saldivar vino a cortar orejas, pero el toro cerró la persiana y se negó a embestir más. Lo tumbó de dos pinchazos y estocada caída, que le valieron para recoger una mas que merecida ovación de reconocimiento del público de Madrid.
Del resto de la corrida nada bueno  se puede contar ya que los toros lidiados por Morante eran dos mansos sin fuerza ni clase ninguna. Solo detalles sueltos de belleza y torería. Un trincherazo a su primero primoroso. Pero el público estaba ya en contra del toro, pues su presentación no correspondía desde luego al toro que hay que traer a Madrid, ya que tenía cara de novillo, motivo por el que el respetable se enfadó muchísimo al no ser devuelto el toro cuando perdía las manos al salir del caballo. Además el toro hincó los cuernos en el suelo y se dobló el cuello haciéndose daño. Una vez tullido la cosa se puso imposible, pues el público no hacia mas que bronquear al presidente, y Morante viendo que nada de lo que hacía era apreciado por el personal, tiro por la calle de en medio  y lo mandó al otro mundo de un pinchazo hondo y descabello. Silencio. Con el segundo de su lote tampoco tuvo fortuna, ya que lo estuvo desarmando continuamente por los tornillazos que daba a la salida de los pases, que cantaban la mansedumbre que arrastraba. Tres pinchazos y estocada entera caída. Silencio
La actuación de Alejandro Talavante, que ofició como testigo en la confirmación de Saldivar, fue muy parecida a la de Morante. Su primer toro fue protestado de salida por falta de cara y presentación, tanto que el público le pitó cuando quiso brindarles el toro. Es lo que se llama un brindis con división de opiniones. Comenzó con estatuarios y lo desarmó afeándole la acción. El toro manseaba y tenía poca fuerza. El desánimo cundió por los tendidos y se apoderó de la plaza. Talavante lo vio claro. Trasteó al toro hasta dejarlo sonámbulo y de tres pinchazos y una estocada caída lo mandó al mas allá. Silencio.  Su segundo toro era brutote y tenía una embestida descompuesta, echando siempre las manos por delante. Salía del caballo escopeteado. En banderillas se dolió bastante y esperaba a los banderilleros cortándole el viaje. En la muleta se volvía en las manos con mucho peligro y dificultades. El toro parecía al menos que tenía interés y emoción… hasta que se le fue la fuerza como a la gaseosa. Talavante acabó con él de estocada caída y descabello. Silencio.
Tarde aciaga para el ganadero Álvaro Núñez del Cuvillo, que se equivocó llevando a Madrid una corrida más propia de plazas de segunda que de la capital del mundo. Precisamente donde ayer triunfó un torero mexicano llamado Arturo Saldivar que dejó un sello de torero de mucho valor, con una tauromaquia clásica y honda… y sobre todo, una ilusión enorme por triunfar en este oficio de torero.

lunes, 9 de mayo de 2011

SEVILLA 15ª Y ÚLTIMA DE FERIA: EL MEXICANO ISRAEL TELLEZ NO PUDO MATAR AL SEXTO DE LA TARDE AL NO DEJARSE EL TORO



Sevilla. Domingo 8 de mayo. 15ª y última de Feria. Plaza de la Maestranza: Casi tres cuartos de entrada. Tarde soleada y calurosa. Se lidiaron 6 toros de la ganadería de Eduardo Miura (Corrida bien presentada, con el encaste propio de este hierro). Abrieron plaza: José Luis Moreno (palmas y un aviso, y  palmas). Rafaelillo (un aviso y vuelta al ruedo y silencio) y el mexicano Israel Téllez, que debutaba en Sevilla (palmas y sexto toro a los corrales sin matar). Presidió el festejo Fernando Fernández Figueroa. Mucho público mexicano en los tendidos.
Por Rafael GONZALEZ ZUBIETA
Nunca en toda mi vida de aficionado había visto lo que ayer ocurrió en la Plaza de Toros de la Maestranza. Un toro al que es casi imposible matarlo. Un toro que no se dejó matar. El toro fue mentiroso desde luego, pues se dejó torear por el torero mexicano Israel Téllez, que estuvo toda la tarde muy voluntarioso. Es verdad que el toro tenía una embestida muy descompuesta pues entraba y salía de los engaños dando saltos y cabezazos, pero Téllez aguantó el tipo le hizo frente con firmeza  y al menos pudo torearlo, cosa que Rafaelillo no pudo hacer con el cuarto (segundo de su lote) , pues era una auténtica alimaña. Higuerito era el nombre del que le tocó en suerte a Téllez, un castaño grandote de 626 kilos al que el torero banderilleó con sencillez y corrección. Téllez además brindó el toro a su padre que estaba en uno de los tendidos. El toro al menos permitió al torero estar allí en el ruedo buscándole las vueltas con valentía y se dejó torear incluso pudo darle cinco tandas por la derecha. Al salir de la tela Higuerito se rajó, cantó la gallina, se declaró manso y salió escopeteado a las tablas. El torero se fue a por la espada y comenzó a tener dificultades para cuadrarlo. Sonó el primer aviso y el toro se puso a dar vueltas al trote vivo al ruedo muy pegadito a tablas buscando la salida y el torero con el estoque detrás de él y no lograba sobrepasarlo. Sonó el segundo aviso y Téllez estaba ya extenuado por la carrera que el toro estaba ganándole (ya iban por la cuarta vuelta sin parar). Israel Téllez estaba absolutamente alucinado pues en la vida, ni él ni nadie había visto que un toro de Miura pudiera ser corredor de maratón. El mexicano se vio impotente y desbordado por los acontecimientos. El toro llevaba ya dadas cinco vueltas y el presidente del festejo haciendo la vista gorda a ver si lograba cazar al toro con una pescuecera, pero es que el torero no acertaba a meterle la espada cuando el toro pasaba por su lado con un trotecillo cochinero como una exhalación. Después de cinco vueltas, el toro se paró un momento a la altura de toriles en la segunda ralla, y Téllez se fue corriendo para allá y logró darle solo un pinchazo barriguero. El mexicano se vio impotente y sin recursos para hacer frente a un manso con un comportamiento similar. Intentó descabellarlo sin éxito en los medios y el presidente viendo que aquello tenía difícil arreglo mandó que sonase el tercer aviso, con lo que los cabestros se llevaron al toro vivo y muy cansado de correr la maratón a los corrales.
Su segundo toro fue un trolebús con cuernos. Un auténtico mastodonte de nombre Canelito, castaño de 670 kilos de peso. Han leído bien, 670 kilos. Fue el sobrero pues a Galguero (de 650 kilos) lo devolvieron a corrales ya que parecía que se había lesionado nada mas salir. El sobrero era un toro que por sus dimensiones son dos toros de los de México… una barbaridad… Israel Téllez lo toreó bien pues el toro era noblón y no sacó la fiereza de sus hermanos de camada. Era casi tan grande como el jamelgo que montaba el picador que tuvo que emplearse para bajarle los humos al mastodonte. Téllez brindó al público y se puso a torearlo, pero el toro era demasiado noblón y tuvo una embestida muy sosa. Los tendidos bostezaban de aburrimiento, pues el torero mexicano hizo una faena de prudencia procurando no atacar al toro para que no se convirtiera en alimaña. Cuadró al toro y lo mató de un pinchazo, media y estocada casi entera, y murió después de entrar cinco veces a descabellar. El público premio su esfuerzo con palmas.
Nadie en los tendidos entendía como se le puede  echar dos bichos como esos a un torero mexicano que no está acostumbrado al toro de España. Ponen a un muchacho  que quiere abrirse camino en España con una corrida de Miura de estas características como la que ayer se lidió en el coso del Baratillo, con la que es casi imposible triunfar. Si para un torero español ya es un grave inconveniente torear a toros como estos, para un torero como Israel Téllez, con oficio y profesionalidad, pero acostumbrado a un toro mas pequeño y menos conflictivo  en comparación con los mastodontes a los que ayer se tuvo que enfrentar, es como cuando mandaban a los cristianos a enfrentarse a los leones en el circo de Roma. Las cuentas son claras. Si sumamos los pesos de sus dos toros salen cerca de 1300 kilos de toro, y eso son tres toros y medio de los de México. ¿En qué se está convirtiendo la Fiesta… en un circo romano?... en fin esta es una reflexión que dejo ahí para quien quiera leerla.
Lo mejor de la tarde fue la actuación de Rafaelillo a su primero de nombre Dador un cárdeno de 578 kilos, al que le hizo una faena vibrante de emoción y valor. Lo recibió fenomenalmente a la verónica volando muy viene el capote. El toro iba muy bien con el capote.  Tuvo además muy buena lidia por parte de la cuadrilla del torero murciano. El toro parecía que iba a embestir, pero en los primeros lances por bajo con los que el torero obligó a humillar al toro, el bicho se encabritó y cambió su comportamiento de manera radical. Empezó a quedarse corto en la muleta por el pitón derecho cortando el viaje. Por la izquierda el toro quería quitarle la cartera al torero, se revolvía en un palmo de terreno, pero Rafaelillo se fajó con él como los domadores de leones. El bicho era un pedazo de cabrón… pues alargaba el pescuezo a la salida de la embestida intentando enganchar al torero por la chaquetilla. Un regalito de toro. Pero Rafaelillo logró una faena llena de emoción y peligro, hecha con una tauromaquia antigua, de tragarle al toro lo indecible batiéndose el cobre con él. Rafaelillo estuvo muy valiente. Al entrar a matar le arrancó la manga izquierda y la hombrera de la chaquetilla. En el momento de sonar el primer aviso Rafaelillo le dio una estocada tapabocas con la que el toro rodó por el albero. Hubo una floja petición de oreja por lo que Rafaelillo tuvo que dar una vuelta al ruedo.  En su segundo toro que se llamaba Pies de Liebre lo tuvo muy claro el torero de salida. En el primer lance con el capote le dio un pechugazo al torero que le destrozó la taleguilla a la altura de la cadera. Una lástima pues el torero luego declaró que estaba estrenando el traje tabaco y oro, que entre uno y otro se lo dejaron echo unos zorros. Fue el alguacilillo con las plumas de su sombrero quien le hizo un quite providencial a Rafaelillo, que quedó en el suelo a merced de la fiera y salvó la vida de puro milagro. El toro no tenía ni un pase ni por la derecha ni por la izquierda. Era un toro asesino con muy mala leche, que iba a por el hombre y no a por los engaños. Ya tuvieron problemas con él para llevarlo al caballo y para banderillearlo, que se las vieron y se las desearon, y el torero sin dudarlo un instante, se fue a por la espada y se lo quitó de encima de una estocada y siete descabellos.
Tampoco tuvo suerte el cordobés José Luis Moreno esta tarde, que era además su primera corrida del año. No había lidiado nada desde el mes de septiembre del año pasado. Volvemos a hacer  la misma reflexión que hice antes: un torero de arte, de técnica, de valor y profesionalidad, tiene que aceptar corridas intoreables como esta de los miuras, para no pasar hambres y ponerse a torear a contraestilo y así poder estar en la Feria de Sevilla. El comportamiento de   sus dos toros fue muy parecido al del resto de la corrida. Ambos fueron algo toreables pero fueron de mas a menos y Moreno, que estuvo muy firme toda la tarde,  al menos no tuvo que sufrir las alimañas asesinas que hubo de soportar Rafaelillo. José Luis Moreno demostró que está en un buen momento, que tiene mucha técnica, profesionalidad y vergüenza, y que está curtido ya en mil batallas, pero que este no es el toro para su estilo de toreo puro y de arte. Así que todos esperamos que lo pongan mas veces en otras Ferias… y con ganaderías que lleven toros a los que se les pueda torear, pues para el circo romano y los leones… ya están los gladiadores ¿no creen?
 
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