Por El Zubi
Juan Romero Fernández “Saleri”, fue un banderillero nacido en Sevilla el 11 de noviembre de 1861, que murió con 27 años en la plaza de toros de Puebla de los Angeles (México) a consecuencia de la cornada recibida por el toro “Pampero”, de la ganadería de San Cristóbal de Tampa, al hacer el salto con la garrocha, suerte que realizaba magistralmente en la que no tenía rival. El pasado 15 de enero se cumplieron ciento quince años de su muerte, producida en 1888.
Tras pasar por las cuadrillas de los novilleros Cacheta, Punteret y Currito Avilés, debuta en Madrid a las órdenes de Fernando Gómez “El Gallo” en 1885, ocupando el lugar dejado precisamente por Rafael Guerra “Guerrita”. Ese día deja constancia de su clase torera cobrándose un gran triunfo como banderillero ya que brilló con luz propia. Acompañó a Fernando “El Gallo” hasta 1887, en que se pasa a la cuadrilla de Diego Prieto “Cuatrodedos”, con quien viaja a México para hacer la temporada de invierno allí.
El 15 de enero de 1888 “Cuatrodedos” y Carlos Borrego “El Zocato” son contratados para matar seis toros de la ganadería de San Cristóbal de Tampa en Puebla de los Angeles en México. La tragedia se produjo en el cuarto toro, un berrendo en negro, manso como un buey de nombre “Pampero”, que fue muy protestado por el público al presidente del festejo, que decidió dejarlo en la plaza. Aquel día Juan Romero “Saleri” vestía de verde botella y plata. El torero sevillano no hizo caso de las advertencias de los compañeros y cogiendo la garrocha para dar el salto se dirigió hacia el toro. Dio un recorte a cuerpo limpio y cita al bicho con la garrocha. Viendo que el toro no acude a la cita “Saleri” se acerca cada vez más a él. El toro se encampana y arranca de improviso. El torero clava la garrocha en suelo y salta en el aire en el momento en que el toro se para en la suerte y en el aire lo engancha por la ingle izquierda metiéndole el asta en el abdomen hasta el vientre unos cinco centímetros. Derrota de nuevo y lo recoge causándole una herida en la frente. “Saleri” es conducido a la enfermería donde ya llega sin vida. Su compañero Manuel Blanco “Blanquito”, dijo que “la herida no dio ni una gota de sangre y que era tan grande como la picadura de una avispa”. Al no haberle sido practicada la autopsia, nunca se supo a ciencia exacta la causa de su muerte.
El presidente suspendió el festejo y el Gobernador del Estado costeó el entierro del torero sevillano allí en Puebla, al que acudieron varios miles de personas. Sus compañeros le erigieron un mausoleo en su memoria y le colocaron la siguiente inscripción: “D.E.P. El banderillero español Juan Romero Fernández “Saleri” falleció víctima de su profesión en la Plaza de Toros de Puebla la tarde del domingo 15-1-1888. Sus desconsolados y queridos compañeros no lo olvidan y le dedican este recuerdo. Diego Prieto “Cuatrodedos”, Carlos Borrego “Zocato”, Manuel Mejías “Bienvenida”, Antonio García “Morenito”, Manuel Blanco “Blanquito”, Luis Peralta, Francisco Guzmán y Rafael Sáez.
Tras pasar por las cuadrillas de los novilleros Cacheta, Punteret y Currito Avilés, debuta en Madrid a las órdenes de Fernando Gómez “El Gallo” en 1885, ocupando el lugar dejado precisamente por Rafael Guerra “Guerrita”. Ese día deja constancia de su clase torera cobrándose un gran triunfo como banderillero ya que brilló con luz propia. Acompañó a Fernando “El Gallo” hasta 1887, en que se pasa a la cuadrilla de Diego Prieto “Cuatrodedos”, con quien viaja a México para hacer la temporada de invierno allí.
El 15 de enero de 1888 “Cuatrodedos” y Carlos Borrego “El Zocato” son contratados para matar seis toros de la ganadería de San Cristóbal de Tampa en Puebla de los Angeles en México. La tragedia se produjo en el cuarto toro, un berrendo en negro, manso como un buey de nombre “Pampero”, que fue muy protestado por el público al presidente del festejo, que decidió dejarlo en la plaza. Aquel día Juan Romero “Saleri” vestía de verde botella y plata. El torero sevillano no hizo caso de las advertencias de los compañeros y cogiendo la garrocha para dar el salto se dirigió hacia el toro. Dio un recorte a cuerpo limpio y cita al bicho con la garrocha. Viendo que el toro no acude a la cita “Saleri” se acerca cada vez más a él. El toro se encampana y arranca de improviso. El torero clava la garrocha en suelo y salta en el aire en el momento en que el toro se para en la suerte y en el aire lo engancha por la ingle izquierda metiéndole el asta en el abdomen hasta el vientre unos cinco centímetros. Derrota de nuevo y lo recoge causándole una herida en la frente. “Saleri” es conducido a la enfermería donde ya llega sin vida. Su compañero Manuel Blanco “Blanquito”, dijo que “la herida no dio ni una gota de sangre y que era tan grande como la picadura de una avispa”. Al no haberle sido practicada la autopsia, nunca se supo a ciencia exacta la causa de su muerte.
El presidente suspendió el festejo y el Gobernador del Estado costeó el entierro del torero sevillano allí en Puebla, al que acudieron varios miles de personas. Sus compañeros le erigieron un mausoleo en su memoria y le colocaron la siguiente inscripción: “D.E.P. El banderillero español Juan Romero Fernández “Saleri” falleció víctima de su profesión en la Plaza de Toros de Puebla la tarde del domingo 15-1-1888. Sus desconsolados y queridos compañeros no lo olvidan y le dedican este recuerdo. Diego Prieto “Cuatrodedos”, Carlos Borrego “Zocato”, Manuel Mejías “Bienvenida”, Antonio García “Morenito”, Manuel Blanco “Blanquito”, Luis Peralta, Francisco Guzmán y Rafael Sáez.
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