Por Pedro Julio Jiménez Villaseñor
PUES EL arranque de esta feria taurina fue excelente, la entrada supero a la esperada y bien podemos decir que fue poblado casi las tres cuartas partes del coso, clima agradable, nublado pero con fuertes ráfagas del indeseable viento que no dejo confiar del todo a los actuantes. Tres toros de Fernando de la Mora , 1º, 5º y 6º, bien presentados y de regular juego, salvo el primero que fue bueno, los restantes de Campo Real, 2º, 3º y 4º, este de arrastre lento. Terminando el paseíllo se solicito la presencia de los diestros en el tercio.
IGNACIO GARIBAY, manzana y oro, primer espada y lidiando como marca el reglamento, uno de la ganadería previamente reseñada, de Fernando de la Mora. Como es conocido el torero capitalino maneja de buenas formas el capote y hoy lo reafirmó con su primero, “Venadito” de 474 kilos protegido con el numero 142, lances de buena manufactura, chicuelinas ajustadas, con las manos muy bajas y de inmediato le fueron coreadas. El publico quiere fiesta, esta metido en toros y festeja el buen quehacer de los toreros.
INICIA NACHO su faena muletril enseñándole a su enemigo el camino, muy templado, bien llevado, bien toreado y como debe de ser todo muy bien rematado. Desgraciadamente Eolo apareció y después de tres tandas de derechazos y dos de naturales, la faena se le viene abajo por culpa del viento, rescatable en ese lapso tres derechazos en redondo y varias manoletinas muy ajustadas, desgraciadamente la espada le quito el recorrer el anillo con una oreja y negándose a salir a saludar al tercio.
SU SEGUNDO fue de Campo Real, de nombre “Pa´Bueno”, de 491 kilogramos y marcado con el 328, y palabra que fue como se le bautizó, buen toro que fue de menos a más. Volvió el sobrino político de Maria Victoria a dejarse ver con el capote, el toro fue codicioso y Nacho lo sometió en su faena muleteril, desgraciadamente el aire regresó y la faena fue cayendo de ritmo no sin antes dejarnos saborear su toreo relajado y de elegantes adornos, por lo anterior creíamos los apéndices podrían irse a la espuerta del moreno espada, mal con el acero hasta escuchar un aviso. Se ordeno arrastre lento al burel, premio bien merecido.
PARA SEBASTIÁN Castella, de grana y oro, fue su primero de la dehesa “bis”, Campo Real, “Don Venus”, de 495 kilos y número 334, bien el francés con el capote, dejándonos ver el sitio que tiene, muy habilidoso a pesar del molesto aire, con la muleta se vio esforzado al instrumentar excelentes naturales, “Don Venus” agarrado al piso le regateaba las embestidas y Castella hizo alarde de valor al meterse entre los pitones jugándose el pellejo, la vida, escasos milímetros separaban los muslos del torero y la cuerna de la res, faena con vergüenza pero desapercibida para la gayola, 3 pinchazos, un bajonazo y se retira con algunos silbidos. En su segundo, “Quita Penas”, numero 127, con 518 kilos, su faena no fue con pellizcos de arte, faena de torero inteligente que volvió a no ser aquilatada y de nueva cuenta se retiro entre injusto silencio.
EL TERCER espada, Joselito Adame, de turquesa y oro, no se anduvo por las ramas y desde su primero llegó diciendo que venia por todas, recibió a “Cachetón”, de 524 kilos y marcado con al 356, a porta gayola y agrego dos faroles de rodillas mas, quitó por lentas y quietas gaoneras para posteriormente con los palos dejar cuatro excelentes pares, ya con la pañosa nos dejo ver su disponibilidad y desde luego que el publico lo entendió de inmediato, derechazos con enjundia, con la garra que muchos decían había perdido, perdió un poco la cabeza con la idea de complacer y torear con la derecha de rodillas sin ninguna necesidad, faena que llegó a las alturas pero repito que no tenia porque hacerlo, enmendó esa macula y con una estocada trasera termino con la vida de su primero para pasear un apéndice.
EN SU segundo me dio la impresión de ver al Joselito niño, al alegre y sonriente Joselito de antes, con el desparpajo que le caracterizaba y que creíamos se había perdido, encontrar el camino correcto no es fácil, las presiones que dan la responsabilidad al parecer ya las asimila y ahora lo notamos que saborea mas su quehacer, desde el quite por “Zapopinas” la sonrisa de en su rostro nos lo decía, el Joselito de la esperanza no se ha perdido y todo era cuestión de tiempo, la evolución de personalidad ha terminado y ya podemos decir que va por el camino que esperaba la afición, el torero asentado y en el que podemos confiar. Faena la de su segundo de temple y con destellos de clase, elegantes y oportunos adornos que llegaron a los tendidos y la culminación de su labor fue un estoconazo hasta las cintas que le valieron dos orejas para salir en hombros acompañado por una multitud que le aclamaba. Este toro lo brindo a su antiguo maestro, a quien le enseño el camino, a Elías Esparza Martínez, “La Changuita ”.
HOY TOREAN, Rafael Ortega, José Tomás y Octavio García, “El Payo”, con seis de “De Santiago”... Nos Vemos
No hay comentarios:
Publicar un comentario