LA VIDA SIGUE IGUAL... 25 AÑOS DESPUÉS... CONTESTACIÓN A DON DAVID GUILLÉN DE MITAURORED.COM

Por Pedro Julio Jiménez Villaseñor
DICE EL SEÑOR GUILLÉN LO SIGUIENTE... 27 de Abril 2010. José Tomás se ha debatido entre la vida y la muerte. La destreza, sangre fría y determinación de un médico le han salvado. Pero una vez más ha salido a relucir un tema que se creía ya solucionado, las enfermerías.
Estos tiempos de crisis parece que a la Parca no le afectan. Una vez más volvió a sacarse una localidad de lujo. Fue el pasado sábado en la plaza mexicana de Aguascalientes y se encaprichó, como no podía ser de otra manera, del mejor. En este caso José Tomás. Se lo quiso llevar y del canto de una moneda que no lo consigue. Merodear alrededor de la fiesta sabemos que de siempre lo ha hecho, le gustan los toros, pero de vez en cuando, además adquiere una buena entrada y no suele elegir su víctima al azar. Solo falta repasar la lista de los hombres de luces que ha conseguido arrebatarnos. Pero no es menos cierto, que la dama de la guadaña como todo hijo de vecino, busca facilidades y grietas donde pueda penetrar y probablemente, se enteró antes, que la enfermería de la plaza no era lo que debía ser. Eso y una gran figura del toreo en el cartel, la animó a sacarse el “boleto” cerca del ruedo. Las noticias que han ido llegando han sido diversas y confusas, pero todo apunta a que la enfermería no disponía ni de unas tristes tijeras. La cornada y esta circunstancia de la enfermería nos trasladaron inevitablemente veinticinco años atrás, concretamente a Pozoblanco aquel fatídico 26 de septiembre de 1984. Tuvo que pasar esa desgracia a una figura, para que se pusiera cartas en el asunto, por lo menos en las plazas españolas. Pero parece ser que en México, continúan igual que hace un cuarto de siglo aquí. Y cuidado, que estamos hablando de la segunda plaza del país. Una vez más, una enfermería sin medios que tentaba a la suerte.

A partir de ahí no logro entender dos cosas. La primera, es porque nadie del entorno de los matadores que van a actuar en un festejo, se preocupa de inspeccionar la enfermería, por ejemplo por la mañana cuando acuden al sorteo. Se ocupan de todo y por otro lado dan por bueno lo esencial sin verlo. Es algo así como no ir a enlotar ni subir al sorteo y dar por bueno lo que digan los miembros de las otras cuadrillas. Eso no se entendería nunca, pues tampoco entiendo yo que por lo menos no echen un vistazo a las enfermerías. Por lo menos las que no conozcan. En segundo lugar, tampoco puedo entender como unos médicos, que en un momento dado pueden tener una vida humana que se escapa, en las manos, que todas las miradas van a dirigirse a ellos (recuerden el calvario que deberían pasar los médicos de Pozoblanco), se presten a ofrecer sus servicios en enfermerías que no cumplen los mínimos requisitos y que ellos deberían ser los responsables de proponer su provisión. Y si no se les provee, lo lógico sería que se negarán a hacerse cargo de la misma. En fin, es lamentable pero que esto sirva para que en las plazas mexicanas, se pongan al día y sobretodo que cuadrillas y médicos, no sean participes de un espectáculo, donde no se cumplan los mínimos de seguridad necesarios. Firma la nota David Guillén... Yo le contesto.

Respetable don David, la enfermería de mi ciudad natal, Aguascalientes, no es la que se pueda tener dentro de la Casa Blanca, esto se lo aseguro, me animo a jurárselo y no es en vano. Tampoco se puede pensar en la de un circo donde los leones están desdentados o salen a la función sin sus postizas dentaduras, es una enfermería de primer orden y quiero decirle que fui testigo presencial de la cornada, vi el reguero de sangre que dejo en su traslado a ese lugar el torero de Galapagar e inclusive hay un testimonio filmado por su servidor y que puede ver en el portal www.noticierotaurino.com. Si usted se toma la molestia de ver dicho testimonio no le será difícil entender que literalmente José llegó vaciado a la tan mencionada enfermería y sin embargo el torero esta vivo, lo que da clara explicación de que fue correctamente atendido, dice usted lo siguiente.

“Las noticias que han ido llegando han sido diversas y confusas, pero todo apunta a que la enfermería no disponía ni de unas tristes tijeras...”.
Pues don David, imagínese usted entonces que de haber tenido “las tristes tijeras”, o las suficientes gasas como lo dudo un estúpido seudo comentarista de televisión, palabra que lo dejan como al hombre biónico, o nuclear.

Hace varios años le pegaron una cornada a un espontáneo en nuestra plaza chica y le aseguro don David que fue al doble de la del Príncipe, hoy Manuel Díaz de León, “El Bule”, esta vivito y coleando. Agrega usted en otra parte de su escrito...

“Se enteró antes, que la enfermería de la plaza no era lo que debía ser. Habla desde luego de la muerte, de la señora de la guadaña, “la pitonisa que espió” las enfermerías de Linares, la de Pozoblanco, la de Barcelona y varias veces la de Madrid, yo no estuve ahí y no tengo autoridad para juzgar. No señor Guillén, no se contradiga por favor, al contrario, debería de ensalzar, usted y muchos escritores, a los médicos de plaza, pues según notas mal intencionadas no tenían ni gasas, no tenían instrumental, no tenían nada y hoy José Tomás esta a unos días de ser dado de alta, además... ¿Si no se permitió, muy correctamente, la entrada a ese lugar, de donde salio la información que la enfermería no servia para nada?.

Aguascalientes cuenta con un equipo medico de primer nivel, la muestra esta en que José Tomás salvo la pierna y la vida, él perdió litros de sangre, otros regaron su mala leche por todos lados y no creo usted sea de ellos, simplemente esta muy mal informado.
Como de que no había sangre, llegó vaciado y de donde demonios le volvieron a la vida. Así de fácil, así de sencillo. Pedro Julio Jiménez Villaseñor. Director de www.noticierotaurino.com.