HISTORIA DEL MONUMETO A JOSELITO “EL GALLO” EN SU PUEBLO NATAL, GELVES (SEVILLA)
Por El Zubi
José Gómez Ortega, Joselito “El Gallo”, nació a las once de la mañana de un 8 de mayo de 1895, en la ribereña y sevillana localidad de Gelves, en el número 2 de la antigua calle de La Fuente, en la Huerta del El Algarrobo. Fueron sus padres el gran torero Fernando Gómez García y la gaditana Gabriela Ortega Feria, gitana y bailaora, hija de Enrique “El Gordo”. Joselito fue bautizado siete días después de su nacimiento en la Parroquia de Santa María de Gracia de Gelves, de manos del presbítero Manuel de la Paz Daza, y le impusieron los nombres de José Miguel Isidro. Dos años más tarde la familia se traslada de Gelves a Sevilla, a la calle Relator muy cerca de la Alameda de Hércules, donde Joselito de pequeño diera sus primeros capotazos de salón. A pesar de abandonar de pequeño su pueblo natal, ni Joselito olvidó jamás a Gelves, ni Gelves a Joselito.
El Ayuntamiento de Gelves, en marzo de 1962 aprobó la idea de erigir un monumento que perpetuara su memoria, con motivo de la celebración del 50 aniversario del día en que tomó el torero la alternativa. Dicha celebración tuvo lugar en la Plaza de la Maestranza de Sevilla en la feria de septiembre de 1962. Para desarrollar el proyecto del monumento a Joselito, el Ayuntamiento creo una Comisión Ejecutiva presidida por el entonces alcalde Manuel Salazar Bermúdez, e integrada por el notario de Coría, Luís Bollaín Rosalem, Pedro Ciaurriz Benítez (que cedió los terrenos donde hoy se encuentra la Plaza de Joselito “El Gallo” en Gelves), José Mª del Rey Caballero, Eduardo Miura y el concejal Ramón Calero. Paralelamente se creo una Comisión de Honor integrada por Mª del Rosario Cayetana Stuart Fitz-James y de Silva, Duquesa de Alba, y los vocales Juan Belmonte García (el torero) y José Mª de Cossío.
Los acuerdos que se tomaron el día de la constitución de la comisión ejecutiva fueron entre otros, la recaudación de medios económicos para costear este monumento, mediante la organización de diferentes actos benéficos y cuestación popular en toda España. Entre los actos organizados destacaron una corrida de toros que se celebraría el 18 de abril de 1963, en la que participó entre otros el maestro Antonio Ordóñez. También se celebraron algunos recitales de poesía, gracias a la sugerencia hecha por el Centro Cultural Jerezano. Esta entidad recomendó así mismo que los recitales de poesía fueran dirigidos por Pepe González. La idea era, que este señor recorriera a pie la distancia que separa Jerez de la Frontera de Madrid (632 Km.), y a su llegada, gracias a la labor de Alberto Oliveros, locutor de Radio Madrid y director del programa “Los Formidables”, le esperaría un recibimiento colosal para llenar la Plaza de las Ventas o Vista Alegre , donde tendría lugar el último recital. Todo lo recaudado se destinó al proyecto del monumento.
Hay que apuntar que la muerte de Juan Belmonte a los pocos meses de crearse la Comisión de Honor, fue un duro contratiempo en el proceso de recaudación para la construcción del monumento, pues durante un tiempo se paralizó por completo el proyecto, aunque más tarde se lograría. Así pues de inició el concurso para la elección de la escultura. Fue un concurso de carácter general para escultores de toda España, con tema libre. El certamen se publicó en el “Ya”, “El Correo de Andalucía” y “La Hoja del Lunes” del 7 de marzo de 1963, con su bases. Fueron muchos y muy buenos los escultores que participaron en el concurso, algunos de ellos muy famosos: Pedro Barral, Venancio Blanco, Carmelo Pastor, Alfonso Sánchez Colomina, Ricardo Extremeño, Amadeo Ruíz Olmos, Emilio Laiz Campos... pero el ganador fue el escultor marchenero Federico Coullaut Valera, cuya maqueta pesaba 63 kilos. El monumento pues a Joselito “El Gallo” en la Plaza del mismo nombre de Gelves, tuvo lugar el 26 de abril de 1964. El peso del conjunto escultural es de 700 kilos. En él, la figura de Joselito “EL Gallo” mide más de 2 metros de altura, mientras que el toro de dimensiones acordes con esta medida, aparece tendido y agonizante a sus pies, atravesado por su espada. El monumento, de estilo clásico, cuenta con unos relieves que recogen las suertes del toreo, así como el famoso pase de Joselito “el quiriquiquí”. A la ceremonia de inauguración asistieron numerosas personalidades del mundo del toreo y también, de la aristocracia, destacando sobre todo a la Duquesa de Alba que presidió el acto de inauguración. Como curiosidad, cabe decir que el costo de la obra y el monumento a Joselito fue de 615.190,62 pesetas (ejecución material, honorarios del arquitecto del proyecto y la dirección, así como del aparejador).
El escultor Federico Coullaut Valera, describe en el proyecto de su obra cuales fueron sus intenciones a la hora de concebirlo: “he tratado de perpetuar plásticamente un monumento de emoción a la Fiesta Nacional, ya que ésta emoción que despierta es lo que apasiona y ama la afición popular. La parte escultórica representa al torero cumbre en el momento inmediato de lidiar al toro; éste queda caído mortalmente, en intención de que no reste interés a la figura del gran torero, frente al vencido y bello animal, mira al público con la cabeza erguida y recogida su muleta en gallarda y torera actitud de triunfador”. El grupo escultórico se sitúa sobre un pedestal rectangular de piedra de Colmenar, en el centro de un tranquilo jardín de este pueblo sevillano de Gelves, a pocos metros de la ribera del Guadalquivir.
El Ayuntamiento de Gelves, en marzo de 1962 aprobó la idea de erigir un monumento que perpetuara su memoria, con motivo de la celebración del 50 aniversario del día en que tomó el torero la alternativa. Dicha celebración tuvo lugar en la Plaza de la Maestranza de Sevilla en la feria de septiembre de 1962. Para desarrollar el proyecto del monumento a Joselito, el Ayuntamiento creo una Comisión Ejecutiva presidida por el entonces alcalde Manuel Salazar Bermúdez, e integrada por el notario de Coría, Luís Bollaín Rosalem, Pedro Ciaurriz Benítez (que cedió los terrenos donde hoy se encuentra la Plaza de Joselito “El Gallo” en Gelves), José Mª del Rey Caballero, Eduardo Miura y el concejal Ramón Calero. Paralelamente se creo una Comisión de Honor integrada por Mª del Rosario Cayetana Stuart Fitz-James y de Silva, Duquesa de Alba, y los vocales Juan Belmonte García (el torero) y José Mª de Cossío.
Los acuerdos que se tomaron el día de la constitución de la comisión ejecutiva fueron entre otros, la recaudación de medios económicos para costear este monumento, mediante la organización de diferentes actos benéficos y cuestación popular en toda España. Entre los actos organizados destacaron una corrida de toros que se celebraría el 18 de abril de 1963, en la que participó entre otros el maestro Antonio Ordóñez. También se celebraron algunos recitales de poesía, gracias a la sugerencia hecha por el Centro Cultural Jerezano. Esta entidad recomendó así mismo que los recitales de poesía fueran dirigidos por Pepe González. La idea era, que este señor recorriera a pie la distancia que separa Jerez de la Frontera de Madrid (632 Km.), y a su llegada, gracias a la labor de Alberto Oliveros, locutor de Radio Madrid y director del programa “Los Formidables”, le esperaría un recibimiento colosal para llenar la Plaza de las Ventas o Vista Alegre , donde tendría lugar el último recital. Todo lo recaudado se destinó al proyecto del monumento.
Hay que apuntar que la muerte de Juan Belmonte a los pocos meses de crearse la Comisión de Honor, fue un duro contratiempo en el proceso de recaudación para la construcción del monumento, pues durante un tiempo se paralizó por completo el proyecto, aunque más tarde se lograría. Así pues de inició el concurso para la elección de la escultura. Fue un concurso de carácter general para escultores de toda España, con tema libre. El certamen se publicó en el “Ya”, “El Correo de Andalucía” y “La Hoja del Lunes” del 7 de marzo de 1963, con su bases. Fueron muchos y muy buenos los escultores que participaron en el concurso, algunos de ellos muy famosos: Pedro Barral, Venancio Blanco, Carmelo Pastor, Alfonso Sánchez Colomina, Ricardo Extremeño, Amadeo Ruíz Olmos, Emilio Laiz Campos... pero el ganador fue el escultor marchenero Federico Coullaut Valera, cuya maqueta pesaba 63 kilos. El monumento pues a Joselito “El Gallo” en la Plaza del mismo nombre de Gelves, tuvo lugar el 26 de abril de 1964. El peso del conjunto escultural es de 700 kilos. En él, la figura de Joselito “EL Gallo” mide más de 2 metros de altura, mientras que el toro de dimensiones acordes con esta medida, aparece tendido y agonizante a sus pies, atravesado por su espada. El monumento, de estilo clásico, cuenta con unos relieves que recogen las suertes del toreo, así como el famoso pase de Joselito “el quiriquiquí”. A la ceremonia de inauguración asistieron numerosas personalidades del mundo del toreo y también, de la aristocracia, destacando sobre todo a la Duquesa de Alba que presidió el acto de inauguración. Como curiosidad, cabe decir que el costo de la obra y el monumento a Joselito fue de 615.190,62 pesetas (ejecución material, honorarios del arquitecto del proyecto y la dirección, así como del aparejador).
El escultor Federico Coullaut Valera, describe en el proyecto de su obra cuales fueron sus intenciones a la hora de concebirlo: “he tratado de perpetuar plásticamente un monumento de emoción a la Fiesta Nacional, ya que ésta emoción que despierta es lo que apasiona y ama la afición popular. La parte escultórica representa al torero cumbre en el momento inmediato de lidiar al toro; éste queda caído mortalmente, en intención de que no reste interés a la figura del gran torero, frente al vencido y bello animal, mira al público con la cabeza erguida y recogida su muleta en gallarda y torera actitud de triunfador”. El grupo escultórico se sitúa sobre un pedestal rectangular de piedra de Colmenar, en el centro de un tranquilo jardín de este pueblo sevillano de Gelves, a pocos metros de la ribera del Guadalquivir.
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