Por EL ZUBI
Para situar a cualquier lector que nos lea fuera de España tiene que saber que Huelva es una ciudad y un municipio español, capital de la provincia homónima, situado en la comunidad autónoma de Andalucía. Se encuentra localizada en la denominada "Tierra llana", en la confluencia de los ríos Tinto y Odiel, perteneciendo a la "Cuenca del Guadiana" y según datos del consistorio poseía a 1 de enero de 2009 una población de 151.722 habitantes (dato oficioso hasta su aprobación por el Congreso a finales del año 2009). Es capital de provincia desde 1833 con rango de ciudad desde 1876. La ciudad ha sido punto de encuentro de diferentes culturas y civilizaciones. En 2006, en una zona próxima al colegio Seminario, se encontraron restos datados entre el 3000 y el 2500 a. C., muy anteriores a Tartessos. El hallazgo de dos depósitos cilíndricos con alrededor de unas treinta piezas de deidades prehistóricas, la mayor conocida hasta el momento, situarían en la capital onubense "el poblamiento continuado más antiguo de la Península Ibérica". En el siglo XIX, con la compra por parte de compañías inglesas de las minas de cobre del norte de la provincia se produce un impactante proceso de industrialización y crecimiento en la ciudad que asume un importante crecimiento poblacional e industrial. Nuevamente, desde el siglo XX la ciudad está también ligada económicamente a la industria química, por tanto cuenta con un amplio Polo Industrial de Desarrollo. Decir por último que la provincia de Huelva, además de tener una sierra preciosa con una gran industria del Jamón Ibérico (Jabugo-Aracena), tiene amplias playas lindando con Portugal: en Isla Cristina, Isla Antilla, Lepe…y por lo que vale la pena conocer toda la provincia e ir a los toros en el mes agosto a la Feria de la Merced, las famosas “Colombinas”.
En cuanto a su plaza de toros, que es la cuestión que nos trae hoy aquí, decir que el 1 de agosto de 2002, se celebraron en Huelva los actos conmemorativos del I Centenario de la Plaza de Toros de la Merced que se prolongaron hasta el 30 de septiembre. Además de los espectáculos taurinos celebrados con motivo de las Colombinas, por las dependencias de la Plaza han pasaron conferenciantes, exposiciones fotográficas y algunos homenajes.
La plaza de Toros de la Merced se inauguró oficialmente un 5 de septiembre de 1.902, en su emplazamiento actual, en un extremo de la calle Gravina, en la carretera que conduce a la localidad de Gibraleón. La Plaza constaba de dos pisos y tenía un aforo con una capacidad para albergar a unos seis mil espectadores. El diámetro del ruedo era de 45 metros y estaba dotada de todas las dependencias necesarias para la adecuada celebración de espectáculos taurinos. El final del siglo XIX se vivió, taurinamente hablando, con mucha pasión gracias a la aparición de Miguel Báez Quintero “Litri”, y más tarde la figura de su hijo natural Manuel Báez “Litri” que murió de una cornada en Málaga, en febrero de 1926. Estas circunstancias empujan a la ciudad de Huelva a hacer una buena plaza de toros, que se comenzó a construir en febrero de 1.902 y que se inauguró, como quedó dicho anteriormente, ocho meses después, un 5 de septiembre del mismo año, con un festejo en el que se lidiaron toros del Marqués de Saltillo, para un mano a mano en el que actuaron Miguel Báez Quintero “Litri” y el torero cordobés Machaquito. En esta primera mitad del siglo XX se celebraron muchos espectáculos taurinos, motivados por el fervor de los onubenses hacia su torero local “Litri”.
En esa época, en 1954 exactamente, murió el único torero que ha perdido la vida en esta plaza de la Merced durante sus cien años y sus dos etapas de existencia. Se trata del novillero Rafael Carbonell Ramos, que se anunciaba en los carteles como Rafael Carbonell. Fue exactamente el 17 de junio de 1.954. Aquel día se lidiaron reses de Moreno Santamaría, y Rafael Carbonell alternó en los carteles con los novilleros Joselito Romero y “El Venezolano”. Su muerte se produjo cuando muleteaba al primero de su lote. En un descuido del torero fue derribado por el toro y lo enganchó por el muslo derecho, infiriéndole una tremenda y espeluznante cornada que le seccionó la vena femoral. Cuentan las crónicas periodísticas de la época que el desafortunado torero murió a los pocos minutos en la enfermería de la plaza mientras le realizaban las primeras curas de urgencia. Precisamente el pasado mes de agosto la Peña Taurina local “Tendido 12” colocó un azulejo en la plaza de la Merced, en memoria de Rafael Carbonell, como se ha dicho antes, único torero muerto en esa plaza en sus cien años de existencia.
Pero la plaza comenzó a abandonarse años después, y durante el siglo XX llegó a tal su ruina que sólo se conservaba su estructura. La afición taurina onubense inició así una larga “travesía del desierto taurino” que concluiría muchos años mas tarde. Fue a principio de los años ochenta cuando el empresario onubense José Luis Pereda, decide no sólo reconstruir la plaza sino dotarla de locales comerciales en los bajos, convirtiendo el recinto en un edificio moderno y funcional. Así que en el mismo emplazamiento, la Plaza de la Merced se vuelve a inaugurar el 29 de julio de 1984, ocasión para la que reaparece el torero onubense Miguel Báez Espuny ”Litri III”, que lidiando toros de la ganadería de Jandilla, alterno ese día en el cartel con Curro Romero y un incipiente Pepe Luis Vázquez hijo. La nueva remodelación añadía un aforo de 1.000 espectadores más (siete mil en total).
Desde su fundación, la Plaza de la Merced ha acogido a numerosas figuras del toreo de todas las épocas. La Fiestas Colombinas desde los ochenta a finales de los noventa, han tenido un extraordinario apogeo, espoleado también por la sombra de los “Litri”, en este caso Miguel Báez Spínola “Litri IV” o Miki, como se le llama popularmente, y que en la actualidad está retirado de los ruedos. Han pasado por ella dos dinastías de Borrero “Chamaco”, y en la actualidad la afición de Huelva está volcada con sus jóvenes promesas: Emilio Silvera, Francisco Barroso y Miguel Carrasco. Actualmente, la Plaza de la Merced está regentada por la empresa Alcoeste, y sus dirigentes son: Carlos Pereda y Oscar Polo.
Para situar a cualquier lector que nos lea fuera de España tiene que saber que Huelva es una ciudad y un municipio español, capital de la provincia homónima, situado en la comunidad autónoma de Andalucía. Se encuentra localizada en la denominada "Tierra llana", en la confluencia de los ríos Tinto y Odiel, perteneciendo a la "Cuenca del Guadiana" y según datos del consistorio poseía a 1 de enero de 2009 una población de 151.722 habitantes (dato oficioso hasta su aprobación por el Congreso a finales del año 2009). Es capital de provincia desde 1833 con rango de ciudad desde 1876. La ciudad ha sido punto de encuentro de diferentes culturas y civilizaciones. En 2006, en una zona próxima al colegio Seminario, se encontraron restos datados entre el 3000 y el 2500 a. C., muy anteriores a Tartessos. El hallazgo de dos depósitos cilíndricos con alrededor de unas treinta piezas de deidades prehistóricas, la mayor conocida hasta el momento, situarían en la capital onubense "el poblamiento continuado más antiguo de la Península Ibérica". En el siglo XIX, con la compra por parte de compañías inglesas de las minas de cobre del norte de la provincia se produce un impactante proceso de industrialización y crecimiento en la ciudad que asume un importante crecimiento poblacional e industrial. Nuevamente, desde el siglo XX la ciudad está también ligada económicamente a la industria química, por tanto cuenta con un amplio Polo Industrial de Desarrollo. Decir por último que la provincia de Huelva, además de tener una sierra preciosa con una gran industria del Jamón Ibérico (Jabugo-Aracena), tiene amplias playas lindando con Portugal: en Isla Cristina, Isla Antilla, Lepe…y por lo que vale la pena conocer toda la provincia e ir a los toros en el mes agosto a la Feria de la Merced, las famosas “Colombinas”.
En cuanto a su plaza de toros, que es la cuestión que nos trae hoy aquí, decir que el 1 de agosto de 2002, se celebraron en Huelva los actos conmemorativos del I Centenario de la Plaza de Toros de la Merced que se prolongaron hasta el 30 de septiembre. Además de los espectáculos taurinos celebrados con motivo de las Colombinas, por las dependencias de la Plaza han pasaron conferenciantes, exposiciones fotográficas y algunos homenajes.
La plaza de Toros de la Merced se inauguró oficialmente un 5 de septiembre de 1.902, en su emplazamiento actual, en un extremo de la calle Gravina, en la carretera que conduce a la localidad de Gibraleón. La Plaza constaba de dos pisos y tenía un aforo con una capacidad para albergar a unos seis mil espectadores. El diámetro del ruedo era de 45 metros y estaba dotada de todas las dependencias necesarias para la adecuada celebración de espectáculos taurinos. El final del siglo XIX se vivió, taurinamente hablando, con mucha pasión gracias a la aparición de Miguel Báez Quintero “Litri”, y más tarde la figura de su hijo natural Manuel Báez “Litri” que murió de una cornada en Málaga, en febrero de 1926. Estas circunstancias empujan a la ciudad de Huelva a hacer una buena plaza de toros, que se comenzó a construir en febrero de 1.902 y que se inauguró, como quedó dicho anteriormente, ocho meses después, un 5 de septiembre del mismo año, con un festejo en el que se lidiaron toros del Marqués de Saltillo, para un mano a mano en el que actuaron Miguel Báez Quintero “Litri” y el torero cordobés Machaquito. En esta primera mitad del siglo XX se celebraron muchos espectáculos taurinos, motivados por el fervor de los onubenses hacia su torero local “Litri”.
En esa época, en 1954 exactamente, murió el único torero que ha perdido la vida en esta plaza de la Merced durante sus cien años y sus dos etapas de existencia. Se trata del novillero Rafael Carbonell Ramos, que se anunciaba en los carteles como Rafael Carbonell. Fue exactamente el 17 de junio de 1.954. Aquel día se lidiaron reses de Moreno Santamaría, y Rafael Carbonell alternó en los carteles con los novilleros Joselito Romero y “El Venezolano”. Su muerte se produjo cuando muleteaba al primero de su lote. En un descuido del torero fue derribado por el toro y lo enganchó por el muslo derecho, infiriéndole una tremenda y espeluznante cornada que le seccionó la vena femoral. Cuentan las crónicas periodísticas de la época que el desafortunado torero murió a los pocos minutos en la enfermería de la plaza mientras le realizaban las primeras curas de urgencia. Precisamente el pasado mes de agosto la Peña Taurina local “Tendido 12” colocó un azulejo en la plaza de la Merced, en memoria de Rafael Carbonell, como se ha dicho antes, único torero muerto en esa plaza en sus cien años de existencia.
Pero la plaza comenzó a abandonarse años después, y durante el siglo XX llegó a tal su ruina que sólo se conservaba su estructura. La afición taurina onubense inició así una larga “travesía del desierto taurino” que concluiría muchos años mas tarde. Fue a principio de los años ochenta cuando el empresario onubense José Luis Pereda, decide no sólo reconstruir la plaza sino dotarla de locales comerciales en los bajos, convirtiendo el recinto en un edificio moderno y funcional. Así que en el mismo emplazamiento, la Plaza de la Merced se vuelve a inaugurar el 29 de julio de 1984, ocasión para la que reaparece el torero onubense Miguel Báez Espuny ”Litri III”, que lidiando toros de la ganadería de Jandilla, alterno ese día en el cartel con Curro Romero y un incipiente Pepe Luis Vázquez hijo. La nueva remodelación añadía un aforo de 1.000 espectadores más (siete mil en total).
Desde su fundación, la Plaza de la Merced ha acogido a numerosas figuras del toreo de todas las épocas. La Fiestas Colombinas desde los ochenta a finales de los noventa, han tenido un extraordinario apogeo, espoleado también por la sombra de los “Litri”, en este caso Miguel Báez Spínola “Litri IV” o Miki, como se le llama popularmente, y que en la actualidad está retirado de los ruedos. Han pasado por ella dos dinastías de Borrero “Chamaco”, y en la actualidad la afición de Huelva está volcada con sus jóvenes promesas: Emilio Silvera, Francisco Barroso y Miguel Carrasco. Actualmente, la Plaza de la Merced está regentada por la empresa Alcoeste, y sus dirigentes son: Carlos Pereda y Oscar Polo.
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