Por Pedro Julio Jiménez Villaseñor
DICEN QUIENES lo vieron, mucho más quienes lo sintieron, que el gancho al hígado de don Luís Villanueva Páramo, el de Tepito, más conocido como “Kid Azteca”, era demoledor, paralizante, conectaba uno y pa´l suelo, a soñar y ver pajaritos, estrellitas y de pilón retorciéndose de dolores, el de pantalón largo, que se encontraba como réferi, tenia que contar hasta el numero diez y de inmediato permitir subieran a auxiliar al dormilón semi noqueado y con la víscera congestionada. Figurón del boxeo fue este hombre que durante 17 años tuvo y retuvo el campeonato de peso welter de la republica, se fue de la profesión por su propia voluntad y siendo el rey.
TODO ESTO es verdad y al parecer en Zacatecas tiene muy buenos discípulos, ¡y sin ser boxeadores!, paralizantes ganchos al hígado se están viendo, viviendo y sintiendo con las trabas que tengo entendido le estaban poniendo las actuales autoridades para que el festival taurino del próximo domingo en honor a un candidato, contrincante en este caso, político, no se llevara a cabo en su plaza Monumental.
Al conocerse los negativos celos y rebatingas con los permisos para que el coso pueda ser utilizado, es una muestra más del porque Zacatecas nunca jamás ha tenido un torero importante, que conste que jamás dije malo que es muy diferente. Los ahogan con sus mismos problemas internos, los abortan, además, siendo honestos aun les duela, ninguno ha ido a la guerra, exceptuando desde luego solo a dos, a José Antonio Enríquez Barraza y al malogrado Paco Rivas, todos los demás pierden de vista el cerro de La Bufa y se sienten perdidos, les da temor salir a pedir toros, oportunidades, a que los vean con ganas, a venderse, a publicitarse para ser tomados en cuenta, la historia se repite como en muchos casos conocidos, se convierten en toreros de los ochenta, máximo de los cien... ¡kilómetros la redonda!.
PERO HABLABAMOS de lo que aun creemos se dará el domingo, el festival político/taurino. Esto esta más claro que el agua, en la tierra cuna del toro bravo mexicano no les importa e interesa el toro y sus derivados, anteponen sus proyectos personales a los de los habitantes y sus gustos. Apenas ayer les decíamos que a esta hora no hay una empresa nombrada oficialmente para que se formen las corridas de septiembre, sin embargo ya el rumor es muy fuerte que se “aparicio” un recomendado para llevar las riendas de la próxima feria. Así no puede haber continuidad de proyectos, de planear a futuro, las cosas, y ni Dios lo permita que se agregue una mancha más a esta cebra que galopa a toda velocidad... ¡en reversa!.
LO IDEAL, como siempre lo hemos dicho, es que el proyecto taurino lo lleve “don X”, o “don N”, pero por todo un sexenio, el ejemplo es muy sencillo. ¿Qué pasaría si al gobernador o al presidente municipal lo cambiara cada año?... En lo taurino es lo mismo, no pasa nada por la falta de continuidad, la desconfianza en planteamientos a largo plazo, la inseguridad de invertir a futuro, la zozobra de firmar, y no cumplir, compromisos signados con la amplitud, y tranquilidad, que ofrece contratar “más barato” con paquetes de varias corridas en ese lapso a ciertos toreros. Es un negocio al fin y al cabo, un negocio taurino en donde los ganchos al hígado siempre se han dado, lo increíble es que los den los de la misma casa, entre vecinos, y esto este paralizando la fiesta taurina zacatecana, la lancha se hunde y bien puede convertirse en un erecto trasatlántico de lujo. Que el proyecto taurino lo lleve “don X”, o “don N”, pero que este en Zacatecas. Por cierto, en estos casos si se vale la reelección, seria lo más correcto, el dinero posiblemente ganado quedaría y giraría dentro del mismo estado, que creo no le caería nada mal a su economía. ¿O hará mas falta en Monterrey?... Los próximos empresarios pueden estar el domingo en el ruedo de la Monumental , si es que gana el homenajeado... dando la espalda a sus conciudadanos. Para mí que ya le pegaron la regiomontana y ahora debe corresponder, su invitado le da pases hasta a su misma sombra y los postes de teléfonos... Nos Vemos.
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