Por Pedro Julio Jiménez Villaseñor
FRANCAMENTE HAY cosas que no entiendo, son varias, mi intelecto no da para tanto y no asimilo otras tantas. Para tratar de descifrarlas primero les diré que sigo con semejante gripe que me ataranta mas de lo que se pueda pensar, van pues mis intentos de esclarecer mis tantas dudas esperando ser claro y no enredar mas las cosas, tanto a ustedes como a mi mismo.
NO ENTIENDO el porque dos toreros que rebasan fácilmente el millar de actuaciones cada uno, se empeñan en parecer principiantes, hablo concretamente de dos santos que nunca han sido de mi devoción, Eulalio López y Rafael Ortega. La misma cantidad de actuaciones les ha dado un sitio muy envidiable y sin embargo toman el camino cómodo, el comercial, el mas corriente, el del aplauso fácil, el de sorprender al sano aficionado nuevo que se cree todo lo que ve. Ejemplos puedo poner por montones, los cómicos desplantes del primero de ellos y esos calcados tercios de banderillas del segundo y siempre sin intercalar los lados, sus faenas sin estructura alguna y a velocidades temibles y que a decir verdades en ratos se equivocan y pegan sabrosos muletazos, lentos y largos, su amplio rodaje les da para eso y para mas pero no lo aprovechan, regresan a buscar al triunfo populachero.
ESTO DESDE luego que tiene consecuencias horribles y tiene comparsa que les asegunda sus cosas, pocos lo dicen pero todos lo notamos, el público que va a las plazas a ingerir líquidos apendejadores y como antro con variedad paga un cover por ver eso, la variedad, que en este caso son los toreros, el espectáculo vivido el sábado pasado no tiene nombre, superó a la pachanga haciendo futboleras olas, solicitando música sin ton ni son, festejando ruidosamente hasta los accidentes en el ruedo, gritando el consagratorio torero, torero, si alguno de los actuantes sufre alguna maroma y de pasada faltando al respeto al espada que hace las cosas con categoría y dignidad como lo fue el francés Sebastián Castella.
CLARO QUE todos se juegan la vida, eso no esta en duda, como tampoco negamos que van a la plaza verdaderos aficionados que por cierto cada día son menos, los ahuyentan las situaciones antes descritas y a esto debemos de agregar que cada día son más notorias las novilladas lidiadas en las que los espadas cobran como corridas de toros. Lo que se ve no se pregunta.
OTRO TRISTE caso es el de las complacencias, como las de la radio, usted solicita y ellos lo complacen. Tres tardes para un Octavio García que fueron tres tardes de desperdicio, seis reses que de haber caído en manos de algún otro torero aseguro hubiera aprovechado mejor la triple oportunidad, aquí los hay mejores y sin embargo los dejan “en la banca”, falta de relaciones “con los locutores”.
TOROS DE regalo al por mayor y que al parecer sus costos son sufragados por alguna compañía vinícola, a ellos les conviene tener al asistente “sentadito y borrachito”, negocio completo, saliendo del coso siguen con el desmadre y con la probabilidad de caer detenidos y a palmar la multa, negocio completo y que siga la pachanga.
SI TRATARAMOS de contar al verdadero aficionado, al sano, al conocedor, al que va a ver toros y no a que lo vean, aseguro que los podría contar don Álvaro Obregón con los dedos de la mano y le sobrarían algunos. Creo sin temor a equivocarme que al buen aficionado lo encontramos más fácil en las novilladas de la plaza San Marcos que en las novilladotas de la Monumental.
NO ME CONTRADIGO, el actual asistente tiene la razón, va a divertirse de alguna manera mientras en el ruedo no haya el toro serio y el torero ídem.
NO ES mucho pedir, que cada quien haga lo suyo de maneras correctas, los toreros buenos pueden salvar la fiesta, la seriedad perdida por el comercialismo mal entendido provoca las pachangas, ayer volvió a las andadas malas el señor juez con el abuso y exceso de la mocha orejas, la Pelea de Gallos, el himno local que desborda las pasiones, no se valen estas acciones...
MUY BIEN JOSELITO Y MARIO AGUILAR QUE RESULTO HERIDO.
SEXTA CORRIDA del serial sanmarqueño 2010, tarde agradable, sin viento, un tercio de entrada en la Monumental Aguascalientes , toros de Santa Bárbara muy justos de presencia, corrida mala y descastada de lo que se salvo el segundo de la tarde y quizás el quinto si no le pegan tanto en el caballo.
FERNANDO OCHOA, primer espada, de negro y oro, silencio en su lote y pitos en el que mató por Mario Aguilar.
JOSELITO ADAME, de blanco y oro, palmas y oreja.
MARIO AGUILAR, de rosa y oro, oreja en el único que mató.
Saludaron en el tercio en el último de la tarde Armando Ramírez, “El Bam Bam” y el aspirante Edgar Camacho, por excelentes pares de banderillas en ese toro. Los detalles.
NADIE NOS explicamos el porque Fernando Ochoa siendo tan buen torero, y además pareciéndolo, siempre deja caer sus faenas y se muestra desangelado, sin ambición, sin ese pequeño toquecito de querer ser, se ve facilote, con técnica pero muestra mas que todo un enorme conformismo que obliga al publico a requerirle hasta rayar en grosera exigencia, ayer domingo esa fue la tónica de su actuación, fuerte se metieron con el de Michoacán. Desde luego que su lote no fue nada bueno pero mostró una apatía como si tuviera su porvenir taurino completamente arreglado.
CON JOSELITO es todo lo contrario, desde su pasada actuación en la tarde inaugural le vimos muy cambiado y hoy lo refrendo, en esa fecha cortó tres apéndices, hoy uno y perdió el de su primero por un lamentable yerro con la espada que fue un verdadero bajonazo, desde luego que involuntario pero lo hizo perder la salida en hombros, como hoy se acostumbra con aquellos que como mínimo obtienen dos trofeos. Volvimos hoy a ver a un joven que tiene carisma, que torea sabrosamente de capa, largo y templado maneja la muleta cuando así se lo permite el enemigo, me encantó la forma de dar levísimos toquecitos al pitón contrario para provocar las embestidas, variedad muy oportuna, elegantes detalles y adornos y eso convence a la parroquia de inmediato, el buen torear gusta a todos y hoy así vimos a José Guadalupe Adame Montoya que afirmo encontró el camino y como dicen por ahí, de aquí ya no lo baja nadie. Vimos también su faceta de valiente, recibió a su segundo a porta gayola sin alardes espectaculares, haciendo las cosas como son, llevando muy bien toreado al que salía de toriles y por lo mismo lucio bastante. Con las banderillas como es su costumbre se vio bien y fácil.
LO DE Mario Aguilar fue lamentable, las cosas le estaban rodando muy bien, es buen torero, piensa en la cara del toro para ir estructurando la faena pero hoy en un exceso de confianza se pegó el solo la cornada que al parecer no es grave, son dos, una en la pantorrilla izquierda y otra un poco mas arriba. El toro, “Jefazo”, numero 16 de 485 kilos, a esas alturas de la faena se le quedaba a la mitad del muletazo, tres veces paso eso y el se quedaba quieto, los pitones le rozaban la taleguilla y a la cuarta ya el toro no se la perdono y vino la cornada. Aparatosa por donde lo queramos ver ya que Mario cayo bajo el estribo y ahí se temía llegara la herida grave, afortunadamente las asistencias actuaron oportunamente salvándose de un desaguisado vaya usted a saber de que consecuencias. Al incorporarse de inmediato mano la sangre pero no permitió lo ingresaran a la enfermería, herido y dolido dio muerte su heridor y por su labor se le concedió una oreja ganada a ley dando la vuelta al ruedo muy emocionado. No se le permitió salir a lidiar su segundo y en estos momentos lo están interviniendo en la Clínica Guadalupe , no hay parte medico en estos momentos pero nos informan no es de gravedad, aun con eso estará fuera del cartel del cercano miércoles 5.
HOY VAMOS de nueva cuenta a la Monumental a ver a “El Zotoluco”, a Julián López, “El Juli”, y a Ignacio Garibay con la corrida de “Mimiahuápam”... Nos Vemos.
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